Mientras el presidente electo Donald Trump se prepara para asumir el cargo, los programas federales de salud que afectan a 85 millones de estadounidenses de bajos ingresos, incluidos más de 12 millones en California, pueden enfrentar recortes para reducir la inflación y la deuda. Desde 2024, California tiene el programa estatal de Medicaid más grande de EE. UU. Programas como Medicaid, CHIP y SNAP podrían verse afectados por el ajuste fiscal el próximo año. Mayra Alvarez es directora de The Children’s Partnership en California. Ella dijo a un panel de Ethnic Media que los recortes de Medicaid afectarían profundamente a las familias.
“Son estos programas públicos los que son fundamentales para ayudar a las familias a satisfacer las necesidades diarias de criar niños sanos. Estos han sido programas bipartidistas que han ayudado a nuestras familias a prosperar,” insistió Alvarez.
Los expertos políticos dicen que se espera que el Congreso actúe rápidamente en su agenda el próximo año, y que las acciones clave probablemente comiencen en enero, antes de la toma de posesión presidencial.
Medicaid está financiado tanto por el gobierno federal como por los estados individuales, pero cada estado ejecuta su propio programa. Joan Alker es profesora investigadora en Georgetown y directora del Center for Children and Families. Ella explica que los recortes al programa tendrán un efecto generalizado.
“Medicaid representa alrededor del 56% de todo el dinero federal que fluye a los estados. Si vemos grandes recortes a Medicaid, eso afectara todas las áreas del presupuesto estatal,” enfatizo también Alker.
Las propuestas clave incluyen establecer límites a la financiación federal, reducir las tasas de contrapartida federal y eliminar beneficios obligatorios, como la atención en hogares de ancianos. A los defensores de Medicaid también les preocupa que los planes para reemplazar los beneficios con vales de seguros privados puedan ofrecer menos cobertura.