Residentes migrantes e hispanohablantes del centro de Kentucky tienen un mayor acceso a recursos y apoyo desde que el Centro de San Juan Diego abrió sus puertas en 2020. Desde entonces, el centro comunitario ha proporcionado anualmente más de $1 millón de dólares en atención médica y asesoramiento, distribución de alimentos y clases de inglés para miles de familias migrantes y refugiadas.
Su cofundador, Jim Bennett, afirma que la demanda de servicios de salud mental y trabajo social ha aumentado desde la pandemia. Añade que las familias que dependen del centro a menudo se enfrentan a enormes obstáculos para acceder a la atención que necesitan.
“Abarca desde estrés, depresión, pensamientos suicidas, violencia y maltrato doméstico, abuso sexual, y problemas matrimoniales,” explica Bennett.
Según el Centro de Política Económica de Kentucky, alrededor de 180,000 migrantes viven en el Commonwealth y desempeñan un papel cada vez más importante en la economía del estado. En 2022, los migrantes representaban el 2% tanto de la fuerza laboral como de los propietarios de negocios.
Bennett afirma que los servicios que ofrece el Centro de San Juan Diego son totalmente gratuitos y señala que no podrían funcionar sin la generosidad de voluntarios, médicos, enfermeros, abogados, profesores y otras personas, todos ellos motivados por el deseo de ayudar a los demás.
“Formamos parte de la comunidad y siempre estamos al tanto de lo que ocurre.” asegura Bennett. “Sin duda alguna, dentro de dos o tres años estaremos haciendo cosas que hoy no hacemos.”
Bennett ha recibido el premio Gil Friedell Memorial Health Policy Champion Award de la Fundación para una Kentucky Saludable, en reconocimiento a su labor en todo el estado para mejorar la salud de los residentes.
