Se han presentado dos demandas contra el nuevo mapa de redistribución de distritos en Texas. Quienes se oponen a este mapa manipulado, que crea más distritos republicanos, alegan discriminación racial y que rediseñar los mapas a mediados de la década es inconstitucional. Stephanie Gomez, de Move Texas, afirma que, con el sistema actual, los mapas de Texas siempre favorecerán al partido mayoritario.
“En definitiva, el tema que debemos abordar como estado y como país es cómo sería un proceso de redistribución de distritos independiente, liderado por la comunidad. Sabemos que este tipo de cosas existen en otros estados, pero en Texas lo han hecho imposible,” insistió Gomez.
El mapa fue rediseñado a instancias del presidente Donald Trump para aumentar el número de escaños republicanos en el Congreso. LULAC, la NAACP, el Mexican American Legal Defense and Educational Fund y el Mexican American Legislative Caucus han presentado demandas. Se ha programado una audiencia sobre el nuevo mapa de distritos para octubre.
En las audiencias previas a la aprobación final de la legislación, cientos de tejanos testificaron en contra de redefinir las reglas. Gomez asegura que los votantes quieren que los legisladores aborden otros temas.
“Aumento del alquiler, preparación para desastres, préstamos estudiantiles, empleos y salarios. Es entonces cuando, a nivel estatal y federal, tenemos líderes que no quieren ser audaces. Y entonces, creo que para nosotros, la clave está en saber qué opciones tenemos para hacer algo al respecto. A veces votando, a veces protestando, a veces postulándonos a un cargo político,” mencionó también Gomez.
El nuevo mapa mueve más votantes demócratas de Dallas y Houston a distritos que el partido minoritario ya controla y coloca a los votantes demócratas en distritos mayoritariamente republicanos.