Escuelas K-12 de CA se preparan para la posibilidad de que autoridades de inmigración ingresen al campus

Suzanne Potter | California News Service
El fiscal general del estado de California publicó recientemente una guía que establece que los agentes de ICE deben tener una orden judicial para ingresar a la propiedad escolar. Photo Credit: Freepik

Los distritos escolares de California están trabajando para tranquilizar a los padres que pueden tener miedo de llevar a sus hijos a la escuela, desde que la administración Trump dejó claro que las autoridades de inmigración ya no se desanimarán a realizar redadas en lugares sensibles como escuelas, iglesias e instalaciones de atención médica.

Los datos muestran que uno de cada diez niños en California tiene un padre indocumentado.

Laura Fisher, superintendente adjunta de servicios de apoyo estudiantil del Desert Sands Unified School District, aproximadamente dos horas y media al norte de la frontera, dijo que si bien el distrito tiene que cumplir con una citación judicial, la seguridad de los estudiantes es lo primero.

“Pediríamos las credenciales de los oficiales, la información de contacto, los detalles de la solicitud”, dijo Fisher, “y pediríamos ver una copia de cualquier motivo por el cual se encuentran en los terrenos de la escuela y cualquier documentación que autorice su acceso a la escuela, antes de permitir algo”.

DSUSD envió recientemente a casa una carta a todos los padres asegurándoles que el distrito cuenta con protocolos establecidos y protegerá la confidencialidad de los datos de los estudiantes si aparece ICE.

Fisher dijo que las escuelas trabajarán para minimizar cualquier interrupción en el campus y brindarán asesoramiento sobre salud mental a pedido.

Hasta ahora, dijo, el distrito no ha visto una caída significativa en la asistencia desde la inauguración.

Luis Valentino se jubiló recientemente como superintendente del Distrito Escolar Unificado del Valle de Coachella.

Dijo que la nueva política de la administración Trump perjudicará la retención de docentes y ejercerá una presión indebida sobre el personal, los estudiantes y las familias.

“Está creando un entorno de miedo del que será muy difícil recuperarse para los sistemas escolares”, afirmó Valentino. “La cantidad de estrés que se está ejerciendo sobre los estudiantes y las comunidades podría ser irreparable. Será tan malo, si no peor, que lo que fue el COVID”.

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