California lidera el país en muertes por enfermedades cardíacas, perdiendo más de 65.000 personas a causa de esta afección en 2021, superando al cáncer y una serie de otros problemas de salud importantes como principal causa de muerte. La presión arterial alta (también conocida como hipertensión), que puede provocar enfermedades cardíacas, también es una de las principales afecciones crónicas en California. Estas estadísticas son asombrosas, pero transmiten un mensaje claro. Podría decirse que el mayor riesgo para nuestro estado, tanto en términos de mortalidad como de problemas de salud crónicos cotidianos, apunta directamente a nuestros corazones.
Pero aquí está la buena noticia: la mayoría de las enfermedades cardíacas se pueden prevenir mediante la concienciación y la acción.
El primer paso es la educación. Lo que la mayoría de la gente quizás no tenga en cuenta es que las afecciones relacionadas con el corazón pueden ser engañosas. Por ejemplo, casi el 30% de los adultos en California tienen un diagnóstico de hipertensión. De hecho, California tuvo la segunda tasa de mortalidad por hipertensión más alta en los últimos años, con más de 5.500 residentes muriendo a causa de la enfermedad. El problema es que casi la mitad de las personas que padecen hipertensión no se dan cuenta, lo que le valió el apodo de “asesino silencioso”.
Otra parte de la concientización es conocer los factores de riesgo. Si bien existen componentes genéticos que hacen que algunas personas tengan un mayor riesgo, hay varias maneras de prevenir esta enfermedad. Fumar, tener un índice de masa corporal (IMC) alto y una baja actividad física hacen que las personas sean más susceptibles.
Pero entran en juego otros factores que a menudo empeoran las condiciones de salud. Un ejemplo fundamental es el acceso a alimentos nutritivos. En California, se estima que el 10% de los hogares pasan hambre. Más allá de las implicaciones obvias, la inseguridad alimentaria también se ha relacionado con enfermedades relacionadas con la dieta, como la hipertensión, las enfermedades cardíacas, la obesidad y la diabetes. Especialmente para los adultos mayores, puede provocar muchas enfermedades crónicas, así como desnutrición y deficiencias de vitaminas. No se trata sólo de garantizar que la gente tenga suficiente comida; es garantizar que tengan alimentos nutritivos para controlar la salud de su corazón.
Y la clave está en detalles como ese. Para que el estado haga diferencias significativas en estas cifras, la colaboración entre los recursos y las organizaciones comunitarias es fundamental. Por sí sólos, recursos como los bancos de alimentos, los planes de salud y los proveedores de atención médica pueden tener un impacto, pero logramos cambios duraderos en la intersección de todos ellos.
Por ejemplo, para combatir las afecciones relacionadas con el corazón en nuestro estado, es esencial apoyar intervenciones locales que puedan amortiguar las consecuencias inmediatas y a largo plazo de estas afecciones. Eso a menudo significa continuar apoyando los recursos existentes con vínculos profundos con nuestras comunidades, como la sólida red estatal de bancos de alimentos que incorporan elementos nutricionales en sus programas. Grandes ejemplos locales incluyen The Emergency Food Bank y Second Harvest.
Un componente menos conocido pero igualmente importante es el aislamiento social. Los pacientes con depresión y enfermedades cardíacas tienen más probabilidades de sufrir un ataque cardíaco. Esto hace que los centros para personas mayores sean integrales, especialmente aquellos con programación de salud y bienestar, guarderías para adultos o apoyo de transporte para personas con limitaciones de movilidad. SASCC (Saratoga Area Senior Coordinating Counciles) un gran ejemplo de este tipo de programas y ofertas, y Friendship Line proporciona una línea cálida las 24 horas para llamadas de apoyo emocional que no son de emergencia y prestan servicios en California. Estas ofertas podrían ser las únicas opciones que algunas personas tienen para interactuar con otras personas de forma regular y pueden ser un vínculo fundamental para controlar tanto la depresión como la salud del corazón.
La colaboración entre los planes de salud y los proveedores también es fundamental para mejorar el proceso de intervención y apoyo a los miembros de manera efectiva. Por ejemplo, alguien podría calificar para Medicare pero tener problemas imprevistos que aún le impiden alcanzar su salud óptima, como luchar contra la inseguridad de la vivienda o tener problemas para obtener opciones de alimentos saludables. Parte del problema es que es posible que muchas personas no conozcan algunas de las organizaciones más útiles en nuestra área sin la ayuda de otras organizaciones asociadas que les brinden visibilidad ante la comunidad. En CCA Health California, colaboramos estrechamente con nuestros proveedores de IPA para identificar aquellos que tienen múltiples riesgos simultáneamente para poder ayudar a mitigarlos y conectar a las personas con los recursos que más necesitan.
La salud del corazón es un riesgo formidable dentro de nuestro estado. La buena noticia es que tenemos la capacidad y los recursos para ayudar a combatirlo. El primer paso es crear conciencia sobre la salud del corazón y compartir las oportunidades en nuestras comunidades que pueden mejorarla. Pero los planes de salud, los proveedores y las organizaciones comunitarias deben colaborar para brindar atención médica individualizada y ayudar a quienes están en riesgo. Son los mejor equipados para desarrollar recursos y sistemas de apoyo que puedan llegar a las personas antes de que sea demasiado tarde.
