La sífilis es una infección de transmisión sexual que puede transmitirse al feto durante el embarazo o al recién nacido durante el parto. Cuando esto sucede, se le conoce como sífilis congénita y puede provocar un aborto espontáneo, muerte fetal, muerte infantil o problemas médicos para el bebé, tales como sordera, ceguera, deformidades óseas y meningitis.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, la sífilis congénita se ha triplicado en los últimos años, con más de 3,800 casos reportados en todo el país solo en 2023. Ésta es la cifra más alta reportada en un año desde 1994.
“Si bien la sífilis congénita es grave, se puede prevenir mediante exámenes oportunos antes del embarazo y durante él”, dice la Dra. Margaret Ikeda, MS, FAAP, pediatra certificada de la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale y miembro de la Sección de Enfermedades Infecciosas de la American Academy of Pediatrics (AAP).
Para ayudar a las mujeres embarazadas a proteger a sus bebés, la AAP comparte información vital:
Pasos a dar durante el embarazo: Las pruebas y el tratamiento pueden ayudar a proteger a su bebé. La AAP recomienda que todas las mujeres embarazadas se hagan la prueba de la sífilis durante las primeras etapas del embarazo y que las mujeres embarazadas de alto riesgo se hagan la prueba nuevamente durante el tercer trimestre y al momento del parto.
Si le diagnostican sífilis, es importante recibir tratamiento de inmediato. Esto debe ir seguido de repetidos análisis de sangre para asegurarse de que el tratamiento haya funcionado. Dado que usted puede infectarse en cualquier momento durante el embarazo, su médico puede hacer la prueba más de una vez.
Pasos a seguir después del parto: Los bebés recién nacidos también pueden someterse a pruebas y recibir tratamiento para la sífilis congénita. Tan pronto como se detecte la infección, los bebés deben ser tratados con antibióticos. Después del primer tratamiento, los bebés se someterán a análisis de sangre repetidos durante varios meses para asegurarse de que la infección haya desaparecido y, en ocasiones, será necesario volver a darles tratamiento.
Signos y síntomas a tener en cuenta: La primera etapa de la sífilis adquirida puede aparecer como una llaga indolora en los genitales unas semanas después de la exposición; sin embargo, a menudo pasa desapercibida. A menos que se trate, la infección puede propagarse por todo el cuerpo. Los síntomas en esta etapa pueden incluir erupción cutánea, glándulas inflamadas, fiebre, dolor de cabeza, dolores articulares y fatiga, que pueden durar meses o incluso volver más tarde si no se tratan. Sin embargo, es importante entender que una persona puede infectarse con sífilis pero no sentirse enferma ni tener ningún síntoma, lo que sigue siendo peligroso para el bebé. Ése es uno de los motivos por los cuales las pruebas son tan importantes.
Recursos en donde apoyarse: La AAP ofrece recursos integrales para ayudar a garantizar que las mujeres embarazadas tengan las pruebas y el tratamiento necesarios para ellas y sus recién nacidos. Visite https://www.aap.org/congenitalsyphillis para obtener más información.
“Lo mejor que puede hacer para proteger a su bebé es hacerse una prueba de sangre para sífilis tan pronto como descubra que está embarazada y a lo largo del embarazo. Si le diagnostican la infección, reciba tratamiento lo antes posible”, dice la Dra. Yarlini Vipulanandan, Asociada de Enfermedades Infecciosas Pediátricas en la Universidad de Alabama en Birmingham y miembro de capacitación post-residencia de la AAP.
