Suzanne Potter
California News Service
Los datos estatales reportados por primera vez por EdSource muestran que los estafadores han robado más de $7.5 millones en ayuda financiera para estudiantes de los colegios comunitarios de California en lo que va del año. El robo representa menos de una décima parte del porcentaje de la ayuda estudiantil concedida en el Estado Dorado.
Victor DeVore, del Distrito de Colegios Comunitarios de San Diego, dice que utilizan tecnología para señalar a los solicitantes sospechosos y exigirles que presenten prueba de identidad y residencia. Pero explica que sigue siendo un juego del gato y el ratón.
“El año pasado, bloqueamos unas 10.000 aplicaciones fraudulentas. Pero incluso con eso, cada vez que tenemos algún tipo de métrica o filtro, los estafadores pueden superarlo,” expreso también DeVore.
La oficina del California Community College Chancellor dice que alrededor del 25% de las solicitudes se marcan como sospechosa de fraude, en comparación con el 20% hace dos años, a medida que tanto el fraude como su detección se vuelven más sofisticados.
El problema empeoro durante el COVID cuando muchas clases se realizaron en línea, lo que dificulto exigir a los estudiantes que obtuvieran cheques de ayuda financiera en persona.
El fraude financiero significa que se destina menos dinero a los estudiantes necesitados. Pero Nicole Albo-Lopez, del Distrito de Colegios Comunitarios de Los Angeles, agrega que el fraude de inscripción que lo acompaña tiene consecuencias reales.
“La mayor frustración es cuando nuestras clases están siendo ocupadas por personas que no tienen intención de asistir, lo que impide que los estudiantes completen sus objetivos educativos dentro del plazo preferido, porque tendrán que esperar uno o dos semestres para poder tomar esa clase,” indico además Albo-Lopez.
Muchas escuelas ahora exigen que los estudiantes se reúnan vía Zoom con personal capacitado para detectar fraudes, y eliminan a los estudiantes que no han verificado su identidad unas semanas antes de que comiencen las clases.
La Fundación Lumina proporciono apoyo para esta historia.