El último informe del EveryLibrary Institute mostró que la agenda del Partido Republicano, tal como se describe en el documento conocido como Proyecto 2025, apunta a lugares donde los estudiantes puedan leer, descubrir y explorar. Los conservadores lo llaman una cuestión de responsabilidad.
Peter Bromberg, director asociado del instituto, dijo que el Proyecto 2025, un esfuerzo masivo para reclasificar a los trabajadores de la función pública como designados políticos, apuntaría directamente a las bibliotecas y a las personas que trabajan ahí.
“Ya sabes, los bibliotecarios y maestros son muy confiables, conocidos y queridos en sus comunidades”, señaló Bromberg. “Es realmente un intento impactante y extremo de convertir nuestra sociedad democrática y nuestras instituciones en una teocracia más totalitaria”.
Los partidarios del Proyecto 2025 argumentaron que los bibliotecarios deben rendir cuentas por lo que hay en sus estanterías. Un proyecto de ley en Alabama que habría criminalizado a los bibliotecarios por permitir contenido definido como “obsceno” estuvo a punto de convertirse en ley este año. Una medida similar ya fue presentada para la próxima sesión.
Bromberg señaló que el Proyecto 2025 promueve la prohibición de libros, restringe el contenido LGBTQ+ y socava la libertad intelectual y la inclusión por las que son conocidas las bibliotecas. Él cree que, en última instancia, amenazaría la calidad educativa de los estudiantes y podría presagiar el fin de las bibliotecas que sirven como espacios abiertos e inclusivos para las personas que quieren aprender. Citó como ejemplo la prohibición de libros.
“Ésas son las malas noticias”, explicó Bromberg. “La buena noticia es que los estadounidenses son cada vez más conscientes de lo que está sucediendo y se organizan. Y muchas veces no hace falta mucho en términos de organización y oposición- (ya sean juntas escolares o consejos de condado – para que los libros vuelvan a estar en los estanterías”.
El Proyecto 2025, una iniciativa del Fondo del Patrimonio, va mucho más allá de las bibliotecas. Reformaría el gobierno federal y consolidaría el poder ejecutivo bajo el presidente.