Numerosos lideres polÃticos y sociales hacen un llamado a la unidad y condenan la violencia polÃtica tras el atentado de este fin de semana contra el expresidente Donald Trump. Sin embargo, un sociólogo de la Universidad de Nevada en Las Vegas, dice que no es demasiado optimista sobre la capacidad del paÃs para utilizar este momento polÃtico para promover el cambio.
Robert Futrell es un experto en el estudio de los movimientos sociales y el cambio social en la Universidad de Nevada. Dice que, aunque el acontecimiento del sábado tiene todas las caracterÃsticas de un punto de inflexión polÃtico y social, cree que es poco probable que eso ocurra, dada la historia reciente del paÃs.
“Si no somos capaces de unirnos e imaginar que es posible un mundo mejor sin violencia polÃtica y sin armas que ayuden a alimentarla, tampoco estoy seguro de que esto vaya a cambiar las cosas, por desgracia,” explica Futrell.
Futrell dice que la pregunta es: “¿Puede y quiere Estados Unidos encontrar la fuerza de voluntad polÃtica para actuar y detener la marea de las diversas formas de violencia que asolan al paÃs?”. Una investigacion reciente muestra que casi el 7% de los estadounidenses cree que el uso de la fuerza seria “apropiado” para restaurar al expresidente Trump en el cargo. Y el 10% dice que la violencia polÃtica estarÃa justificada para evitar que Trump vuelva a ser presidente.
Futrell afirma que los teóricos de la conspiración ya han empezado a alterar las imágenes simbólicas del fiasco del sábado. Ha visto imágenes alteradas de agentes del Servicio Secreto sonriendo mientras se producÃa la tragedia. Según Futrell, los teóricos de la conspiración toman una pequeña evidencia, alterada o no, para crear lo que él llama una “mitologÃa” que se ajusta a ideas preestablecidas sobre cómo funcionan la polÃtica y el poder, lo que, según él, añade lena al fuego.
“Una vez que haya pasado el horror de que “un expresidente haya sido baleado” -y probablemente ya lo hayamos superado en cierto modo-, las historias se contaran de manera que parezcan polÃticamente beneficiosas para quien las cuente, ya sea la extrema derecha o la izquierda,” apunta Futrell. “Y los conspiradores son realmente buenos para eso.”
Futrell añade que no todo el mundo piensa en el poder que tienen las palabras. Y aunque aprecia el sentimiento inmediato de unidad, anima a todos a reflexionar de cara al futuro.
“Necesitamos debatir, pero debatir sobre bases que no conduzcan a tensiones profundas ni al odio. Estoy de acuerdo con todo ello,” advierte Futrell. “Me gustarÃa pedirle a la gente que piense si ellos individualmente, y nosotros colectivamente, lo estamos haciendo, dentro de una semana, dentro de un mes, dentro de un ano.”
El apoyo para este informe fue proporcionado por The Carnegie Corporation de Nueva York.