Lynn La
CalMatters
Dos nuevas leyes que entrarán en vigor el 1 de enero podrían afectar la seguridad en las carreteras de California.
Las cámaras en las intersecciones de California ya señalan a los conductores que se saltan los semáforos en rojo. Según una ley, seis ciudades pueden iniciar un programa piloto para detectar y multar con cámaras a los conductores que excedan el límite de velocidad, con la esperanza de frenar el número de muertes por accidentes de tránsito.
Los Ángeles, San José, Oakland, Glendale, Long Beach y San Francisco tienen la autoridad para lanzar programas piloto de radares de tráfico que durarán cinco años o hasta el 1 de enero de 2032 (la fecha que sea anterior). Después de un período introductorio de 60 días en el que se emiten únicamente advertencias a los infractores, las multas comenzarán en $50 para los conductores que excedan al menos 11 mph el límite de velocidad, aunque los montos se pueden reducir dependiendo de los ingresos.
El dinero de las multas se destinará a cubrir el costo de los programas, así como a “medidas para aliviar el tráfico”, como cruces peatonales elevados y tablas de velocidad que reducen la velocidad de los conductores. Las ciudades también deben presentar informes sobre sus programas, detallando cualquier mejora en la seguridad de las calles y los impactos en las comunidades.
Los funcionarios locales y grupos que abogan por la seguridad vial, como Walk San Francisco, han elogiado la medida, citando investigaciones que demuestran que los radares son eficaces para reducir el número de accidentes de tráfico y muertes. En un comunicado, el alcalde de Oakland, Sheng Thao, dijo que los datos también muestran que “la violencia del tráfico afecta de manera abrumadora a los residentes, ancianos y jóvenes de raza negra” y la ley “nos ayudará a salvar vidas”.
Las cámaras capturan los números de las matrículas, no los rostros de los conductores, pero los críticos de la ley, que incluyen a Electronic Frontier Foundation, ACLU California Action y Human Rights Watch, citan preocupaciones sobre la vigilancia excesiva, la privacidad y la seguridad de los datos.
Libertad para los autos ‘lowriders’
Y el 1 de enero, California pondrá fin a su prohibición estatal de cruising, que es cuando los conductores exhiben autos lowrider clásicos, generalmente personalizados y que pueden levantar y bajar su chasis mientras viajan tranquilamente por las calles de la ciudad. La nueva ley sigue al levantamiento de los límites de cruising en ciudades como San José, Sacramento y Modesto.
Las prohibiciones de cruising han sido criticadas durante mucho tiempo por entusiastas y, más recientemente, por legisladores demócratas, por considerarlas discriminatorias contra las comunidades latinas. La actividad está profundamente arraigada en la cultura automovilística y es una forma de “expresar nuestro amor por el arte”, dijo el asambleísta demócrata David Álvarez de Chula Vista al presentar el proyecto de ley original en febrero.
Al levantar la prohibición, el Estado reconoce los méritos artísticos y sociales del cruising de autos. La ley también anulará la prohibición de modificar los vehículos a una altura determinada. Un miembro de la Comisión Lowrider de Sacramento dijo en un comunicado: “Bajo y lento, no es un delito”.
Pero los grupos encargados de hacer cumplir la ley, las ciudades de Beverly Hills y Pico Rivera y la Asociación de Ciudades Contratadas de California sostienen que los autos que hacen cruising son una amenaza para la seguridad pública. En su declaración de oposición, la asociación dijo que circular en cruising puede ser mortal para los peatones y provocar “tomas de calles que son extremadamente peligrosas”.
