Nueva oleada, misma desinformación: Los padres latinos sopesan las vacunas para sus hijos

Pilar Marrero | Ethnic Media Services
Photo Credit: Pexels

LOS ÁNGELES – En la clínica Oscar Romero de Boyle Heights, un barrio principalmente latino del este de Los Ángeles, los niños llegan con una gran variedad de síntomas.

Con el aumento de las infecciones por Covid aquí, los médicos dicen que muchos padres siguen siendo incrédulos, influenciados por la desinformación desenfrenada que sigue restando importancia a los riesgos para los niños y las familias.

Según Ruth Carleton Lindo, pediatra de la clínica, los padres se encuentran en una situación de “tremenda negación”. Muchos creen que sus pequeños no pueden contraer el virus.

“Esta mañana vino un pequeño de 4 años a vacunarse regularmente, pero noté que su corazón latía un poco rápido, así que le mandé a hacer una prueba de Covid: dio positivo”, dijo Lindo. “Los padres no habían notado nada y se sorprendieron mucho”.

Otros vienen con dolores en el cuerpo. “El otro día vino un niño con dolor en un piecito”, añadió. “Resultó ser Covid”.

Para los padres es “chocante” enterarse de que sus hijos están infectados por el virus, señala el pediatra, dada la cantidad de información errónea que sigue circulando entre la comunidad latina.

En Internet y en las redes sociales aparecen habitualmente artículos, anuncios y programas en español que denuncian los peligros de las vacunas Covid, cuestionan su eficacia o promueven tratamientos alternativos que se sabe que son ineficaces contra el virus.

Tras más de dos años de pandemia, los latinos siguen estando entre la población más vulnerable, sobrerrepresentados en los trabajos de primera línea que les exponen a un mayor riesgo de contagio.

Esto es especialmente preocupante dado el reciente aumento de las infecciones alimentado por las nuevas variantes B4 y B5 Omicron, que son ahora las cepas dominantes en EE.UU. y más contagiosas que las versiones anteriores del virus. Y aunque las tasas de hospitalización son menores -gracias a las vacunas y refuerzos, así como a la inmunidad de infecciones anteriores-, las nuevas cepas parecen capaces de eludir las defensas del sistema inmunitario.

California puso las vacunas a disposición de los niños menores de 5 años en junio, y aunque la respuesta de los padres latinos ha sido en general entusiasta, otros siguen siendo escépticos.

“Vienen con sus pequeños que tienen tos y goteo nasal, y cuando les sugiero que se hagan la prueba, dicen: ‘Oh no, no puede ser eso'”, explica Lindo. “Muchos padres rechazan la prueba: mi hijo no puede tener Covid”.

Cambio de actitud respecto a las vacunas

Los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades muestran que los hispanos están reduciendo la brecha cuando se trata de tasas de vacunación, y Lindo dice que ha visto tendencias anecdóticas similares cuando se trata de vacunas para niños menores de 5 años.

Aun así, hay quienes se han vacunado, pero se niegan a que sus hijos sean inmunizados, mientras que algunos siguen rechazando la vacuna tanto para ellos como para sus hijos, en algunos casos incluso después de que ellos o sus hijos hayan contraído el virus varias veces.

Un rumor persistente y especialmente pernicioso afirma que la vacuna provoca infertilidad. Aunque la comunidad científica no ha aportado ninguna prueba de ello, Lindo afirma que se ha visto que algunos casos graves de infecciones por Covid afectan a la fertilidad masculina.

“La mayoría de las veces no me dicen el motivo exacto, o me dan a entender que está relacionado con lo que han oído en las redes sociales, o que un amigo les ha contado algo. Algunos incluso mencionan que lo han oído en la iglesia”, explica Lindo.

“Intento que sean conscientes de los altos índices de contagio en la comunidad, que es un peligro inminente, no teórico. Intento que entiendan que la cepa es muy contagiosa y que hay muchas posibilidades de que su hijo se infecte”, añade.

Jugar a la ruleta rusa

Aunque la gravedad de los casos de Covid en niños y adolescentes suele ser mucho menor que en los adultos, los riesgos son reales, dice Lindo.

“Los niños pueden tener síntomas graves y morir de Covid”, señala. “Aunque ocurre menos que entre los mayores, no se puede dar por sentado que el niño no enfermará gravemente. Si lo haces, estás jugando a la ruleta rusa”.

A pesar de los peligros, las mentiras en las redes sociales suelen minimizar o negar rotundamente los hechos, argumentando que las vacunas suponen riesgos para los niños, que vacunarse es peor que contraer el virus o que las empresas farmacéuticas buscan sacar provecho de la pandemia.

Los padres influenciados por estos mensajes suelen pensar que el único riesgo es una infección más leve, algo contra lo que Lindo advierte. “Siempre les digo a los que dudan que no pueden confiar en ese caso ‘leve’ de Covid. No funciona así”.

Los datos provisionales de los CDC muestran 829 muertes por Covid en todo el país entre niños de 5 a 18 años, y 431 muertes entre niños de 0 a 4 años.

Los síntomas entre los niños pueden incluir fuertes dolores de cabeza o vómitos repetidos, explica Lindo, y añade que incluso en los casos en los que los síntomas son leves, las infecciones por Covid pueden provocar problemas de salud a largo plazo.

Sin embargo, la reciente aprobación de las vacunas de Pfizer-BioNTech y Moderna para niños menores de 5 años ha puesto de manifiesto las dudas que persisten entre los padres latinos al respeto.

Según una encuesta de la Kaiser Family Foundation, el 38% de los padres indicaron que están adoptando un enfoque de “esperar y ver” para vacunar a sus hijos más pequeños, mientras que casi el 30% dijo que no los vacunaría en absoluto, pase lo que pase.

Para Lindo, estas cifras sólo cuentan la mitad de la historia.

“Acabamos de empezar con la campaña y, hasta ahora, las respuestas han sido entusiastas”, dice, y añade que, con el último aumento, la gente está más abierta a vacunarse. “A menudo oigo a los padres decir: ‘No sabía que mi hijo podía contagiarse de Covid'”.

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