Parece ser que cada día el mundo luce peor, guerra y rumores de guerra; algo que ya fue escrito hace dos mil años en el Apocalipsis de San Juan. Las profecías no son alentadoras, según el libro sagrado, Israel podría ser invadido y destruido.
¿Será todo esto una cuestión de karma? Probablemente sí, pues el gobierno de Israel ha reducido a escombros la franja de Gaza, lugar en donde habitaban más de un millón de palestinos. Al mismo tiempo grupos de extremistas palestinos, masacraron a más de un centenar de personas hace dos años. Qué triste, muchos niños y gente indefensa, han muerto durante los bombardeos.
Es realmente una gran calamidad lo que está ocurriendo. Parece ser que la llamada “tierra santa”, es más bien una tierra llena de odio, venganza, y dolor. Esto ha sido el cuento de nunca acabar. El Antiguo Testamento, está lleno de relatos de las guerras sin fin entre hebreos y filisteos, o sea entre judíos y palestinos. Nunca ha habido paz en esa región, y por lo visto no la habrá en el futuro cercano. Volviendo al libro de Revelaciones o Apocalipsis, existen relatos acerca de un gran ejercito de millones de soldados que marcharán a la gran guerra en Israel.
Los presagios astrales por su parte, no son los mejores. En julio, a partir del día 15; el planeta Mercurio estará retrógrado, lo cual definitivamente le echará más leña al fuego. Es muy probable que el conflicto se agudice aún más, porque más países intervendrán. Israel cuenta con muchos enemigos en esa región.
Por ahora es Irán y Palestina, pero no tardan en unirse a ese conflicto, otras naciones como Yemen, Siria, Irak, y quizá también Líbano. Desde que el estado de Israel fue creado en 1947, varias guerras han sucedido en esa zona, por ejemplo la guerra que ocurrió entre Israel y Egipto en 1973. Hace ya 52 años. Sin embargo; la situación actual es diferente, y podría desencadenar un conflicto global. Habrá que observar las acciones de los rojos y los amarillos, si ambos se unen en favor de Irán, podría hablarse del inicio de la tercera guerra mundial.
El espacio sideral también cuenta con sus propios conflictos, porque varios planetas entrarán en retrogradación el mes entrante. La energía retrógrada de los planetas, va a crear un ambiente de mayor hostilidad y violencia. Julio y agosto serán meses durante los cuales, se darán muchas acciones bélicas, más de las que ya están ocurriendo. Países que apoyen a Israel serán víctimas de atentados terribles. Existe una gran probabilidad que ocurra una mega explosión en la zona en conflicto, estamos hablando de una explosión nuclear. Quizá muy pronto seamos testigos del uso de armas altamente destructivas. Este conflicto no llegará a su epílogo, desafortunadamente todo se pondrá peor. La segunda parte del año traerá consigo más acciones bélicas, el mundo musulmán se unirá en contra de Israel. Es sólo cuestión de poco tiempo para que este conflicto, escale a un nivel más peligroso.
Acá en Estados Unidos, debemos andar con cuidado, quizá evitar grandes concentraciones de personas, porque al ser aliado de Israel, corremos el peligro inminente de sufrir atentados suicidas. Varias ciudades podrían ser el blanco de estos ataques. Nueva York, Los Ángeles, Chicago, Miami, Houston, y Las Vegas; pueden correr peligro. Como comunidad hispana, debemos permanecer atentos a las noticias, y a los acontecimientos que ocurran cada día. Es una lástima todo lo que está ocurriendo en el mundo: guerra, persecución, injusticias sociales, hambrunas, violencia, etc.
Lo que nos queda es orar al Creador y encomendar a Él, nuestras vidas y las vidas de nuestros seres queridos. Una sugerencia final, por favor anden con mucho cuidado, entre el 12 de julio y el 12 de agosto, ocurrirán posiciones astrales adversas, las cuales traerán muchas situaciones cargadas de violencia. Otros infortunios ocurrirán por parte de la Madre Naturaleza.
Temblores, huracanes, desbordamiento de ríos, erupciones volcánicas, inundaciones y terremotos. Este es un momento para rogar al cielo y pedir por la paz, la justicia, y la libertad. ¡Que Dios nos cubra con su poder misericordioso!
