Grupos que luchan por carreteras más seguras llaman al gobernador Gavin Newsom a que firme un proyecto de ley que requiere que los vehículos nuevos tengan un sistema de monitoreo de velocidad para advertir a los conductores cuando exceden el límite de velocidad en más de 10 millas por hora.
El proyecto de ley 961 del Senado ya ha sido aprobado por ambas cámaras de la Legislatura estatal.
Marc Vukcevich, de la organización sin fines de lucro Streets for All, dice que las muertes de peatones son una epidemia.
“Las muertes de peatones han aumentado un 68% desde 2011,” informa Vukcevich, “siendo la violencia de tránsito en su conjunto la primera causa de muerte para todas las personas de entre 5 y 44 años en el estado de California.”
Varios fabricantes de automóviles y la Asociación Nacional de Automovilistas se han manifestado en contra del proyecto de ley, argumentando que las advertencias podrían molestar y distraer a los conductores. El cambio solo se aplicaría a los coches nuevos vendidos después de 2030 y añadiría entre $60 y $100 dólares al costo de un coche.
Vuckevich dice que, si los conductores redujeran la velocidad incluso unas pocas millas por hora, se reduciría enormemente tanto el número de accidentes como el sufrimiento y las muertes que resultan de ello.
“El efecto físico real de ser atropellado por un coche a esa velocidad es sustancialmente diferente al de, digamos, 23 a 30 millas por hora,” asegura Vukcevich. “Es realmente una diferencia sustancial en la probabilidad de que alguien viva o muera.”
La Unión Europea ya ha aprobado una medida similar, pero California sería el primer estado de Estados Unidos en exigir sistemas de advertencia de velocidad.
