Uno de cada cinco niños estadounidenses – casi 70 millones – tienen diferencias en la manera de pensar y aprender como el TDAH o la dislexia. Si bien las diferencias en la manera de pensar y aprender son comunes entre familias, amigos, vecinos y compañeros, una nueva investigación de Understood.org, una guía y un recurso para las personas que piensan y aprenden de manera diferente, revela que continúan existiendo estigmas dañinos asociados con esas diferencias, que a menudo afectan negativamente la salud mental de los niños e impiden que los padres tomen medidas para que sus hijos reciban el apoyo que necesitan.
Según la investigación “Neurodiversity and Stigma Study” (Estudio sobre la neurodiversidad y el estigma) realizada por Understood.org, el 90% de los padres participantes creen que hay niños que tienen diferencias en la manera de pensar y aprender. Sin embargo, más de la mitad (55%) de los que tienen hijos neurodivergentes afirman que sienten temor de hablar de las diferencias de su hijo con otras personas debido a los prejuicios asociados con esas diferencias. Además, el 69% de los padres de niños que piensan y aprenden de manera diferente afirman que estos estigmas afectan negativamente el bienestar mental de sus hijos.
Es por eso que Understood creó la campaña “Sea la razón” con el propósito de aumentar la conciencia y la participación de los padres en torno a la neurodiversidad. Los padres pueden involucrarse participando en el desafío en redes sociales #YouCanBeTheReason liderado por The Holderness Family (influyentes personalidades en Internet), y explicar cómo han sido ellos la razón del progreso de sus hijos. La campaña también incluye un cortometraje e historias desde las perspectivas de niños con diferencias en la manera de pensar y aprender, así como un kit de actividades para ayudar a los padres a iniciar conversaciones con sus hijos.
“Cuando los padres hablan con sus hijos sobre sus desafíos emocionales y académicos, particularmente si creen que los mismos pueden estar relacionados con una diferencia de aprendizaje, puede ser algo increíblemente poderoso”, asegura el Dr. Andy Kahn, psicólogo y experto de Understood especializado en diferencias en la manera de pensar y aprender. “El apoyo de los padres tiene un impacto enorme en la capacidad de un niño para prosperar, y la campaña ‘Sea la razón’ es un paso para proporcionarles herramientas que los ayuden a ellos y a sus hijos a logralo”.
Si su hijo tiene o pudiera tener una diferencia en la manera de pensar y aprender, estas son algunas medidas importantes que puede tomar, según Kahn y Understood:
1) Hablar con su hijo
El paso más importante es colaborar con su hijo y asegurarse de que sepa que usted está listo para ayudarlo.
Para entender mejor los desafíos que están experimentando, intente hacer preguntas abiertas como: “¿Qué te hizo reír hoy?” o ¿Cuál fue el mejor y el peor momento del día?”. Estas preguntas le darán una mejor idea de lo que su hijo está sintiendo y por qué.
También puede usar una rueda de las emociones, que ayuda a los niños a hacer conexiones entre los sentimientos, las sensaciones corporales y las palabras, y a expresar sus emociones.
2) Colaborar con maestros y cuidadores
Colaborar proactivamente con los maestros de su hijo y otros cuidadores como pediatras, entrenadores y tutores, lo ayudará a obtener una visión total de lo que su hijo puede estar experimentando en el hogar, la escuela y en otras actividades.
Estas conversaciones también permiten la colaboración con otros cuidadores para garantizar que su hijo reciba el apoyo adecuado. Hay muchas adaptaciones que se pueden implementar en la escuela, como tiempo adicional para realizar tareas o herramientas sensoriales para respaldar el desarrollo emocional y académico de su hijo.
3) Practicar técnicas de relajación
Las diferencias en la manera de pensar y aprender afectan a su hijo en lo académico, emocional y social. Prácticas como la respiración profunda, el estiramiento y el yoga pueden ayudar a los niños a calmar sus cuerpos, ser más conscientes de cómo se sienten y controlar sus emociones.
En momentos de mucho estrés, ayude a su hijo a hacer una pausa y “escanear” su cuerpo de la cabeza a los pies para notar si hay signos de tensión, dolor o incomodidad. Ser capaz de identificar y reconocer los efectos físicos del estrés y la tristeza es un primer paso para liberarnos de ellos.
Si usted es un padre que busca más consejos y recursos, visite el sitio web de la campaña “Sea la razón” y participe en el desafío #YouCanBeTheReason en TikTok, Instagram y Facebook. Para obtener más información sobre los síntomas de las diferencias en la manera de pensar y aprender, visite understood.org/take-note.