Vacunación Infantil: Por Qué Es Importante para Sus hijos y la Comunidad

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Photo Credit: CDC / Unsplash

La caída en las tasas de vacunación pediátrica en los primeros seis meses de 2020 debido a la pandemia de COVID-19 puso a ciertas poblaciones en un mayor riesgo de contraer enfermedades infecciosas prevenibles por vacunación y posibles brotes.

“Las vacunas son una gran historia de éxito en la salud pública”, compartió la experta en vacunas pediátricas, la Dra. Michelle Goveia, MPH, y Directora de Asuntos Médicos y Científicos Globales en Merck. “Pero las vacunas solo funcionan cuando las personas se vacunan”. Si bien el sarampión se declaró erradicado en los Estados Unidos en el año 2000, los casos de sarampión han aumentado en los últimos años, en los cuales 2019 fue el número más alto de casos informados desde 1992.

Cuando la pandemia de COVID-19 provocó órdenes iniciales de quedarse en casa de marzo a mayo de 2020 y las familias dudaban en ir al consultorio médico por temor a estar expuestas al coronavirus, las tasas de vacunación pediátrica disminuyeron. Estas tasas fueron sustancialmente más bajas en comparación con el mismo período en 2018 y 2019.

Entre las tasas de vacunación que experimentaron una disminución desde el inicio de la pandemia está la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola, que podría provocar un riesgo de brotes. La Dra. Goveia coincidió con esta previsión y señaló que “la disminución en las tasas de vacunación contra el sarampión podría provocar brotes de sarampión en el futuro cercano debido a la naturaleza extremadamente infecciosa del virus, ya que las restricciones disminuyen y los niños interactúan diariamente en la guardería, los parques infantiles y la escuela, y se reúnen en grandes grupos”.

El sarampión, también conocido como rubéola, es una enfermedad grave. El virus del sarampión puede ser transmitido a otras personas si usted lo tiene. Puede provocarle fiebre alta, tos y erupción, y la enfermedad puede durar de 1 a 2 semanas. En raros casos, también puede causar una infección en el cerebro. Esto podría provocar convulsiones, pérdida de la audición, discapacidad intelectual e incluso la muerte.

La vacuna de virus vivos contra el sarampión, las paperas y la rubéola es una vacuna que se administra mediante una inyección. Esta vacuna se administra generalmente a las personas de un año de edad o más. Tiene como objetivo ayudar a prevenir el sarampión (sarampión rojo), las paperas y la rubéola (sarampión alemán) y contiene formas debilitadas del virus del sarampión, las paperas y la rubéola. Actúa al ayudar al sistema inmunitario a protegerlo a usted o a su hijo de contraer sarampión, paperas o rubéola, y es posible que no proteja a todas las personas que reciben la vacuna. Esta vacuna no trata el sarampión, las paperas ni la rubéola una vez que usted o su hijo las tengan.

Los pacientes no deben recibir la vacuna de virus vivos contra el virus del sarampión, las paperas y la rubéola si son alérgicos a cualquiera de sus ingredientes, incluida la gelatina; tienen un sistema inmunitario debilitado (lo que incluye tomar altas dosis de esteroides por vía oral o en una inyección); tienen fiebre; tienen tuberculosis activa que no se trata; o, si son mujeres embarazadas o que planean quedar embarazadas dentro del próximo mes.

Si bien las vacunas de rutina ayudan a proteger a millones de niños de las enfermedades infecciosas prevenibles por vacunación, es posible que las personas inmunocomprometidas no puedan recibir ciertas vacunas, como la vacuna contra el sarampión, lo que las pone en riesgo de contraer enfermedades graves.

Jen, madre de dos niños en Seattle, ha experimentado esto de primera mano. Su hija, Zoe, recibió un trasplante de corazón a las 5 semanas de edad, lo que le impidió recibir la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola debido al régimen inmunosupresor requerido para prevenir el rechazo del corazón donado. Cuando comenzó un brote de sarampión en Seattle en 2019, Zoe tenía un alto riesgo de infección. A medida que las áreas infectadas de la ciudad aumentaban, Jen necesitaba permanecer en contacto estrecho con los médicos de Zoe para determinar el curso de acción más seguro para su hija.

Cuando más enfermedades circulan en la comunidad, las personas no vacunadas corren un mayor riesgo de contraerlas. Esto incluye a personas como Zoe, que no pueden vacunarse contra el sarampión. “Cuando ocurren estos brotes de sarampión, es frustrante que tengamos que considerar la posibilidad de retirar a Zoe de actividades simples, como ir a la escuela”, compartió Jen. “Si personas inmunocomprometidas como Zoe están expuestas a una enfermedad como el sarampión, puede ser realmente grave”.

“Una exposición de cinco minutos al sarampión puede poner en riesgo a las personas vulnerables y no vacunadas”, compartió la Dra. Rabia Agha, Directora de la División de Enfermedades Infecciosas Pediátricas de Maimonides Children’s Hospital en Brooklyn, NY. La Dra. Agha y su equipo ayudaron a manejar un brote de sarampión en Brooklyn, Nueva York, que tuvo lugar en 2019. “Muchas personas no se dan cuenta de lo contagioso que es realmente el sarampión. El virus puede permanecer en el aire hasta dos horas después de que una persona infectada se haya retirado de la habitación”.

En la actualidad, los riesgos percibidos dada la menor prevalencia de enfermedades infecciosas prevenibles por vacunación en los Estados Unidos pueden generar preguntas sobre la necesidad de vacunarse. Sin embargo, la exposición a un virus puede provocar un brote si se introduce en una comunidad susceptible. “Las decisiones que tomamos como individuos pueden poner potencialmente a otros en riesgo y afectar la salud de la comunidad en la que vivimos”, dijo la Dra. Agha. “Mantenerse al día con las vacunas recomendadas de rutina es un buen punto de partida”.

Si su hijo recibe la vacuna de virus vivos contra el sarampión, las paperas y la rubéola cuando tiene un año de edad o más, se recomienda una segunda dosis. A menudo, la segunda dosis se administra justo antes de que el niño vaya a la escuela primaria (4 a 6 años de edad), pero puede administrarse de forma anticipada siempre que la segunda dosis se administre al menos un mes después de la primera dosis.

Es importante que hable con el proveedor de atención médica de su hijo y programe cualquier vacuna de actualización que pueda haberse omitido debido a la COVID-19. Esta es una manera de ayudar a proteger a sus hijos, especialmente porque los niños están interactuando más con otras personas este otoño.

Hable con el médico de su hijo hoy mismo para asegurarse de que su hijo esté al día con todas las vacunas recomendadas.

Información de Seguridad Importante sobre la Vacuna de Virus Vivos contra el Virus del Sarampión, las Paperas y la Rubéola (comúnmente la conoce como MMR II®)

La vacuna de virus vivos contra el sarampión, las paperas y la rubéola no debe administrarse si usted o su hijo son alérgicos a cualquiera de sus ingredientes, incluida la gelatina, tiene un sistema inmunitario debilitado (que incluye tomar altas dosis de esteroides por vía oral o en una inyección); tiene fiebre, tiene tuberculosis activa que no se trata; o, si es una mujer embarazada o que planea quedar embarazada dentro del próximo mes.

Antes de recibir la vacuna, informe a su proveedor de atención médica si usted o su hijo: tiene o ha tenido algún problema médico; tiene antecedentes de convulsiones o alguien de su familia tiene antecedentes de convulsiones; ha recibido transfusiones de sangre o plasma o globulina sérica humana; toma algún medicamento (esto incluye medicamentos no recetados y suplementos dietéticos); tiene alguna alergia; ha tenido una reacción alérgica a cualquier otra vacuna; tiene o ha tenido un recuento bajo de plaquetas en sangre; es alérgico al huevo.

El efecto secundario más frecuente de la vacunación con la vacuna de virus vivos contra el sarampión, las paperas y la rubéola es dolor en el lugar de la inyección durante un período breve. Otros efectos secundarios pueden incluir fiebre o erupción. Otros efectos secundarios también pueden producirse.

Su médico tiene una lista más completa de los efectos secundarios. Comuníquese con su médico o proveedor de atención médica si usted o su hijo tienen algún síntoma nuevo o inusual después de recibir la vacuna. Informe la exposición a la vacuna de virus vivos contra el virus del sarampión, las paperas y la rubéola durante el embarazo o durante el mes antes de quedar embarazada.

Se le aconseja informar los efectos secundarios negativos de los fármacos recetados a la FDA. Visite www.fda.gov/medwatch o llame al 1-800-FDA-1088.

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