Hospitalizado por COVID-19 sin Información

A lo que se enfrentan los Californianos que hablan una lengua indígena
Maura Salazar, una hablante del Mixteco que vive en Lamont, dijo que mucha gente en su comunidad tiene miedo de ir al hospital porque están preocupados de no ser entendidos.  Photo Credit: Fausto Sanchez

Claudia Boyd-Barrett
California Health Report

Juan Ernesto Hernández sabía que estaba hospitalizado con COVID-19.

Pero él y su esposa, Marcelina Hernández López, tenían tantas preguntas. ¿Qué medicamentos le estaban dando? ¿Cómo el virus estaba afectando su cuerpo? Y lo más importante: ¿Iba a sobrevivir?

En el Hospital Mercy en el suroeste de Bakersfield, nadie hablaba el idioma de la pareja, el Mixteco, un idioma indígena del sur de México. Hernández, de 62 años, desconocía que tenía el derecho, de acuerdo con la ley estatal y federal, de solicitar un intérprete, y el hospital no le ofreció ninguno.

Su esposa estaba fuera de sí. “Siento mucha tristeza en mi corazón, porque no sé qué es lo que va a pasar con mi esposo, y no sé cuál sea su estado,” dijo ella a través de un intérprete el 19 de febrero, cuando su esposo estaba en la cama del hospital. “Él está sufriendo mucho en ese lugar… Me dice que viene gente y le dan inyecciones, él quiere saber cuáles son, pero no entiende.”

Pasaron dos semanas. Todavía ninguna información de un médico o enfermera en un idioma que pudiera entender Hernández. Lo habían trasladado a otro hospital, pero su esposa ni siquiera sabía el nombre porque no entiende el inglés.

Decenas de miles de inmigrantes de México y América Central en California hablan el Mixteco y otras lenguas indígenas. Como los Hernández, muchos de ellos no hablan o entienden bien el Español. Estos inmigrantes que en su mayoría trabajan en la agricultura u otros trabajos esenciales, han luchado durante mucho tiempo para recibir información y servicios médicos en sus lenguas, a pesar de las leyes que obligan a las instituciones médicas a ofrecer interpretaciones en persona o a través de un servicio telefónico, según defensores. Ahora, con el COVID-19 afectando de una manera desproporcionada a esas comunidades de inmigrantes, la desconexión con el idioma está creando grandes desafíos para los pacientes y sus familias, mientras intentan navegar la atención médica relacionada con el virus.

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“Esto causa mucho estrés – no entender los procedimientos, preocuparse de que se van a morir, no saber qué está pasando con su salud, o qué es lo que opina el doctor,” dijo Arcenio Lopez, director ejecutivo de Mixteco Indigena Community Organizing Project (MICOP) en el Condado de Ventura, hogar de unas 20.000 personas que se identifican como Mixteca.

 “Existe un mayor riesgo de negligencia médica cuando no hay una comunicación clara entre el paciente y los proveedores,” continuó él. “Podrían tratar algo diferente que creen que el paciente tiene, pero el paciente podría tener información importante acerca de su propio cuerpo o salud.”

Los californianos indígenas han tenido dificultades para obtener información en sus lenguas durante la pandemia. En los centros de prueba e instituciones médicas, muchas veces no hay traducciones disponibles, según los organizadores de la comunidad. En MICOP, ha venido gente a las oficinas de la organización en Oxnard, preguntando por ayuda en las traducciones de los resultados de las pruebas de COVID, y así posiblemente exponiendo a los miembros del staff al virus, dijo López.

En el Condado de Monterrey, el Centro Binacional para el Desarrollo Indígena Oaxaqueño (CBDIO), que atiende a inmigrantes indígenas del estado mexicano de Oaxaca, ha notado que los miembros de la comunidad han tenido problemas para hacerse la prueba del COVID-19. Los miembros del staff llamaron a 15 centros de prueba en Salinas Valley, dónde reside la mayoría de los trabajadores agrícolas del Condado, para preguntar si ofrecen interpretaciones en Mixteco. Sólo uno dijo que sí.

“Entendemos que estos son tiempos difíciles y nuestro sistema de salud también está teniendo dificultades con la pandemia en general. Pero la pandemia ha expuesto todos los problemas acerca del acceso a servicios comunitarios,” dijo el director ejecutivo del CBDIO Sarait Martinez. Literalmente, en estos tiempos es una situación de vida y muerte.”

Una parte del problema es que los hablantes de lenguas indígenas muchas veces no saben que tienen el derecho de preguntar por un intérprete. Algunos llevan a un familiar que hable inglés o español a las citas. Pero en situaciones médicas, puede ser difícil para esa persona traducir términos médicos complejos, en especial, si el miembro familiar es un niño, como sucede con frecuencia, dijo Marisa Christensen Lundin, la directora legal de California Rural Legal Assistance, un programa de difusión y asesoría legal para los inmigrantes indígenas ubicado en Arvin.

La situación “sólo se acepta tal cual porque nadie viene a quejarse,” dijo ella. “Podría llamar a cualquiera de mis 90 clientes, y te puedo asegurar que ninguno de ellos ha recibido interpretes en el hospital.”

La gente tiene un derecho civil, bajo las leyes federales, de acceder a servicios en su lengua si las agencias que prestan el servicio reciben fondos federales, lo cual es el caso en la mayoría de los centros de salud. Los proveedores pueden cumplir con los requisitos entrenando personal bilingüe o contratando intérpretes preparados y calificados, por ejemplo a través de un servicio telefónico o una organización comunitaria que preste servicios de interpretación profesional.

También se requiere la traducción de documentos médicos importantes, dependiendo del tamaño de la población que hable esa lengua. California tiene sus propias leyes contra la discriminación que obligan a las agencias a prestar servicios de interpretación y traducción si reciben fondos estatales, como a través del programa de seguro de salud Medi-Cal.

Jan Emerson-Shea, una portavoz de la Asociación Hospitalaria de California, dijo que no estaba consciente de los problemas de interpretación de lenguas en los hospitales, y que no estaba familiarizada con el Mixteco específicamente. Dice que los hospitales sí prestan el servicio de interpretación.

“Todos nuestros hospitales prestan esos servicios,” dijo ella. “California es un Estado grande y muy diverso con una multitud de lenguas, y los hospitales se preparan para asegurarse de ofrecer servicios lingüísticos que cubran las necesidades de sus comunidades.”

En una declaración enviada por correo electrónico, Chad Burns, un portavoz de Dignity Health, a la que están afiliados los dos Hospitales Mercy de Bakersfield, reconoció la falta de interpretaciones del Mixteco en los hospitales.

“Mientras que nuestro proveedor de servicios de interpretación incluye más de 200 idiomas para asistir a los pacientes y al personal cuando hay barreras de comunicación, algunas lenguas como el Mixteco no están incluidas,” dijo en la declaración. “Reconocemos los desafíos que esto constituye para nuestros pacientes Mixtecos y sus familias, y estamos evaluando cómo podemos expandir nuestros servicios de interpretación para nuestra comunidad culturalmente diversa.”

Los datos del número de hablantes de lenguas indígenas en California son escasos, lo que podría ser una de las razones por la que está población es pasada por alto, dijo Lundin. Los proveedores también podrían erróneamente asumir que los pacientes hablen el español porque son de América Latina. Aún cuando los hablantes de idiomas indígenas preguntan por un intérprete, muchas veces no reciben ninguno, o la interpretación es inadecuada, dicen los defensores. El Mixteco, la lengua indígena dominante en California, posee muchas variantes mutuamente ininteligibles.

Un paciente podría estar acompañado por un intérprete que hable la variante equivocada, lo cual hace inútil el servicio. Y las compañías comerciales que ofrecen interpretaciones a través del teléfono, que muchos hospitales utilizan, muchas veces no tienen disponibles a intérpretes Mixtecos a todas horas, dijo López.

En otras ocasiones, los servicios de interpretación sí están disponibles, pero los empleados del hospital no están entrenados para accederlos, López agregó. Mencionó un ejemplo reciente en el cual una mujer Mixteca reportó haber visitado dos hospitales en el Condado de Ventura que tienen contratos con MICOP para proporcionar interpretaciones, pero aun así no recibió ningún intérprete.

Esta situación está aumentando la desconfianza en el Sistema de salud, dijeron López y otros. Maura Salazar, de 66 años, un hablante del Mixteco que vive en Lamont, dijo que muchas personas que conoce han evitado ir al hospital cuando están muy mal del COVID-19 porque están preocupadas que nadie las entienda o que no las traten bien.

“Tenían miedo de ir por un rumor de que ya no podrían salir,” dijo Salazar a través de un intérprete hispanohablante. “Dicen que hay intérpretes en el hospital que hablan Mixteco, pero no hablan la misma versión, y esto es otro problema.”

Salazar sí fue al hospital por COVID-19, pero dijo que no le ofrecían ningún intérprete, aunque le hubiera gustado tener uno.

También otras personas que no hablan el inglés están teniendo problemas para obtener información inteligible y servicios durante la pandemia. Justice in Aging y el Center for Medicare Advocacy han presentado una demanda en nombre de dos organizaciones comunitarias en Los Ángeles que trabajan con adultos mayores que hablan un inglés limitado. Estas organizaciones han observado un aumento de señores que hablan chino y otros idiomas buscando ayuda para reservar su cita para la vacuna COVID-19, según la demanda.

Los demandantes acusan una reducción de protecciones de acceso a lengua por la administración de Trump, lo que según ellos,  ha llevado a los sitios de vacunación y portales de información en línea a no informar a la gente de su derecho a la interpretación. Esto ha llevado a incidentes como por ejemplo un receptor de vacuna Cantonés que no comprendió que tenía volver para recibir una segunda inyección porque las instrucciones de asistencia posterior solo estaban en inglés, dijo Denny Chan, el abogado superior de Justice in Aging.

Incluso los hispanohablantes han tenido problemas para obtener información acerca de la vacuna. Rosa Lazarovits, una terapeuta familiar y de parejas ubicada en Ventura que en su mayoría trabaja con señores Latinx, dijo que muchos de sus pacientes han expresado pánico por no saber cómo obtener la vacuna. El condado sí tiene un portal en línea con la información sobre vacunas en español. Pero muchos señores no saben cómo navegar el internet, dijo ella.

“Están muy estresados,” dijo Lazarovits. “Veo y escucho mucho estrés y ansiedad, no solamente por el COVID; pero también por la falta de información. Es como un golpe doble.”

Para asegurar que la gente inglés limitado obtenga la información y el cuidado que necesitan durante la pandemia y más allá, los sistemas de salud y entidades de gobierno necesitan colaborar más con las grupos de comunidades de inmigrantes para difundir la palabra acerca de los asuntos de salud pública, dijo Martínez. Su organización está planeando una campana enfocada en la educación de hospitales y profesionales de salud acerca de su responsabilidad legal de ofrecer interpretación, y de informar a los hablantes de lenguas indígenas de su derecho de solicitar un intérprete.

Los administradores de los hospitales necesitan planear con antelación cómo proporcionar interpretaciones para idiomas como el Mixteco, identificando las variantes que se hablan en el área local, y colaborando con organizaciones comunitarias para encontrar intérpretes apropiados, dijo Christensen Lundin. Los empleados del hospital necesitan ser instruidos acerca de cómo conseguir un intérprete, si un paciente necesita uno, agregó.

“Necesitas planear de manera proactiva,” dijo ella. “No vas a hacer un excelente trabajo atendiendo a la gente si tres minutos después de que alguien te haya dicho que tuvieron una necesitad de lenguaje, sigues sin saber qué hacer para resolverlo.”

Después de una estancia en el hospital de dos semanas, Ernesto fue dado de alta esta semana para continuar su recuperación en su casa, en Arvin.

Ya pasó por lo peor, dijo su esposa, Hernández López. Pero le preocupa que otros hablantes del Mixteco en su comunidad sufran la misma angustia que ellos.

Dijo que tenía un mensaje para el hospital: “Busquen intérpretes que hablen el Mixteco.”

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