Plan de vacunación en California quiere salvar más vidas latinas

Expertos advierten la importancia de las vacunas para reducir las hospitalizaciones y el número de muertes entre la comunidad hispana, la más afectada por la pandemia.
Photo Credit: Artem Beliaikin / Unsplash

Jenny Manrique
Ethnic Media Services

Luego de cuidar a numerosos miembros de familias hispanas que uno a uno iban cayendo enfermos frente al veloz contagio de la COVID-19, la doctora Verónica Ramírez del hospital comunitario Martin Luther King en Los Ángeles vio la oportunidad de vacunarse como una manera de “dar ejemplo para comenzar a tomar el control de esta pandemia”.

“Yo he visto personalmente cómo esta enfermedad ha afectado a nuestra comunidad” dijo Ramírez, quien ya recibió las dos inyecciones de la vacuna Pfizer-BioNTech, tras las cuales se quedó con “un leve dolor en el brazo, un poco de fatiga y dolor de cabeza”.

Ramírez habló a medios hispanos, en el marco de la campaña Vaccinate All 58 que busca vacunar a todos los residentes de los 58 condados de California. A la fecha más de un millón de californianos ya han recibido la vacuna gratuita contra la COVID-19 y mega centros de vacunación han sido instalados en lugares como el Dodger Stadium, el Petco Park y Cal Expo.

“Sabemos que pueden haber efectos secundarios menores después de la vacunación, pero estos no son dañinos, son una señal de que la respuesta inmunológica está funcionando”, dijo Ramírez. Después de su proceso de inoculación, la doctora sigue usando mascarilla y protección para los ojos cuando trata pacientes con COVID porque según explicó no solo toma tiempo que el cuerpo desarrolle todos los anticuerpos necesarios para enfrentar el virus, sino que no hay estudios sólidos que garanticen que la gente vacunada no puede seguir transmitiéndolo.

“Según el estudio de Pfizer tras la primera dosis, el nivel de protección es del 52% y tras la segunda dosis, alcanza el 95% (de protección) … es importante que la gente (después de vacunada) siga practicando sus precauciones”, como lavarse las manos, usar mascarillas y mantener el distanciamiento social.

Ambas vacunas aprobadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA en inglés) fueron probadas en decenas de miles de adultos de diversos orígenes, incluidos adultos mayores y comunidades étnicas. En ambos casos su eficacia para desarrollar inmunidad contra el virus es del 95%, por lo que expertos médicos la consideran “segura y efectiva”.

Los ensayos clínicos para la vacuna Pfizer/BioNTech -cuyas dos dosis se deben administrar con al menos 21 días de diferencia en personas mayores de 16 años- incluyeron a un 13% de hispanos, 10% de afroamericanos, 6% de asiáticos, 1% de nativos Americanos y 45% de participantes en edades de 56-85 años.

En el caso de la vacuna Moderna -cuyas dosis deben ser administradas con al menos 28 días de diferencia en personas mayores de 18 años- la muestra poblacional incluyó a un 20% de hispanos, 10% de afroamericanos, 4% de asiáticos y un 25% de participantes mayores de 65 años.

“Las vacunas son la esperanza de acabar con esta pandemia”, dijo el doctor Tomás Aragón, director del departamento de salud pública del estado de California al recordar que el grupo poblacional más afectado por la COVID-19 es precisamente la comunidad latina.

Hasta el 21 de enero, California registraba más de 3 millones de casos de COVID 19 y más de 35 mil muertes. De estos números, el 55% de los casos corresponde a pacientes latinos de hasta 49 años, mientras el 46% de los muertos son hispanos, recordó Aragón.

“Cuando los hospitales están tan afectados y tenemos tantos pacientes en cuidados intensivos, hay que cancelar muchos servicios en los centros de salud… El efecto de esta pandemia es profundo y la vacuna es gratis”.

El médico también aclaró que aunque pueden aparecer nuevas cepas del coronavirus sobre las que aún no se sabe si la vacuna será eficaz, respecto a la más reciente variante B117 aparecida en el Reino Unido, las actuales vacunas son efectivas.

Asimismo explicó que el acceso a las vacunas es para todas las personas sin importar su estatus migratorio o si carecen de seguro de salud. La información médica que otorguen en los centros médicos está protegida por la ley y no se comparte con ninguna otra autoridad estatal o federal.

“Reconocemos que hay muchos mitos que se están propagando en nuestra comunidad, pero es importante que nos concentramos más en los datos verdaderos”, observó por su parte la doctora Trinidad Solís del departamento de salud pública del condado de Fresno, donde la campaña de información se ha extendido a áreas rurales sin conectividad a internet como Coachella.

Algunos hispanos se cuestionan por qué la vacuna se desarrolló en tiempo récord. “Hay que entender que se hizo una prioridad en la comunidad científica y médica para desarrollar una vacuna efectiva porque esta pandemia es global…  todos los recursos se enfocaron ahí”, dijo Solis al respecto.

Otros incluso creen que la inoculación los puede contagiar de COVID y hay quienes piensan que si ya han tenido coronavirus, no necesitan vacunarse a lo que Solis recuerda que se desconoce cuánto puede durar la protección de la inmunidad natural.

“Si queremos que la pandemia se termine, vacunarnos nos protege no solo a nosotros sino a nuestras familias”, añadió Solis, citando con preocupación un reciente artículo del periódico Los Angeles Times que da cuenta de que los latinos se están muriendo a un ritmo 8 veces mayor que apenas dos meses atrás por causa de la COVID-19.

“El plan de implementación ahora es vacunar a quienes tienen más riesgo (mayores de 65) y cuando el turno llegue, la gente va a poder ir a los centros de vacunación en la comunidad, doctores de cabecera, clínicas y farmacias locales (para recibir su turno)”, dijo Solis.

El gobernador Gavin Newsom ha dispuesto un plan de vacunación por fases. En la Fase 1A que rige actualmente, los trabajadores de salud y los residentes de centros de cuidado de ancianos fueron los primeros en ser vacunados. En la Fase 1B que ya ha comenzado, siguen los mayores de 65 años y personas en riesgo de exposición en las áreas de educación, cuidado infantil, servicios de emergencia, alimentación y agricultura.

Un segundo grupo de esta fase incluirá personas en riesgo de exposición en las áreas de transporte y logística, industrial, comercial y residencial, así como a la población carcelaria y sin hogar.

Y en la Fase 1C se vacunará a personas entre 50 y 64 años de edad y aquellos entre 16 y 49 años que tengan condiciones preexistentes o inhabilidades que incrementen el riesgo de contraer COVID.

“Estamos recibiendo 300 mil suministros de vacunas cada semana y las semanas que vienen ese número va a estar más alto…  también creemos que en marzo vamos a tener otras vacunas aprobadas (más allá de Pfizer y Moderna)”, dijo el dr. Aragón.

“El proceso de distribución es justo y equitativo”, agregó.

El estado dispuso el sitio web covid19.ca.gov para registrar la evolución de la pandemia y explicar las fases y distribución de las vacunas.

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