La pandemia de COVID-19 ha afectado los precios de los alimentos más que cualquier otra parte del presupuesto familiar. En abril, el índice de precios de alimentos para consumir en el hogar aumentó un 2.7%, el mayor incremento mensual desde 1974. De junio de 2019 a junio de 2020, los precios de los alimentos aumentaron un 5.6%. ¿Por qué sucede esto y cómo puede ahorrar en los recibos de despensa de su familia?
La cadena de suministro de alimentos y las fluctuaciones de precios
La cadena de suministro de alimentos se compone de tres partes: producción, procesamiento y venta minorista. A medida que los alimentos avanzan en la cadena de suministro, se agrega valor al producto.
* La producción incluye las granjas y ranchos que cultivan los alimentos.
* El procesamiento implica que los fabricantes conviertan los alimentos de la granja en productos listos para el consumidor, como hojuelas de maíz o jugo de naranja.
* La venta minorista incluye las tiendas donde los compradores adquieren sus alimentos.
Hay varios factores que influyen regularmente en los precios de los alimentos, como el clima, la producción agrícola, el crecimiento de la población y el comercio. A veces, se producen choques en la cadena de suministro de alimentos que tienen una gran influencia en los precios, como la pandemia de COVID-19.
Influencia de los factores COVID-19 en los precios de los alimentos
A medida que las comunidades respondieron rápidamente a la pandemia de COVID-19, los costos de cada etapa de la cadena de suministro de alimentos aumentaron. Hay cuatro tendencias clave que influyen en los costos de los alimentos:
Comer en casa: En cuestión de dos meses, aproximadamente $23 mil millones en gastos de los consumidores fuera de casa se redirigieron hacia las tiendas de comestibles, ya que los restaurantes se vieron obligados a cerrar debido al COVID-19, según FMI – The Food Industry Association.
Pérdida de la demanda de servicios de alimentos: Cuando los restaurantes cerraron, los agricultores y ganaderos perdieron un canal clave para su producto. Con menos compradores, es costoso o impráctico cosechar, conservar o almacenar algunos productos alimenticios y bebidas.
Aumento de los costos de producción y procesamiento: Durante COVID-19, las empresas han realizado inversiones y ajustes para salvaguardar sus productos y empleados. Esto implica que los costos de producción de alimentos sean más altos. Algunos fabricantes han podido innovar y encontrar nuevos mercados para sus productos, pero estos cambios a menudo implican costos adicionales.
Aumento de los costos operativos para las tiendas de comestibles: En comparación con 2019, los costos operativos de los supermercados aumentaron un 7.9% en abril de 2020 y un 6.7% en mayo de 2020, según el Servicio de Investigación Económica del USDA. Las tiendas de comestibles han permanecido abiertas durante la pandemia y han tenido que adaptarse rápidamente a las nuevas regulaciones, las prácticas de seguridad y saneamiento y a promover un mejor comportamiento del cliente, todo lo anterior requiere recursos. Además, algunas áreas de la tienda de comestibles, incluidas las barras de ensaladas y las barras calientes, han tenido que cerrar, lo que significa una pérdida de ingresos.
Para obtener información adicional, visite www.FMI.org/FoodPrices101.
Cómo puede ahorrar dinero en la tienda de comestibles
Los expertos de FMI – La Asociación de la Industria Alimentaria predicen que los precios de los alimentos pueden permanecer altos por un tiempo, pero subrayan que la cadena de suministro de alimentos es resistente y es probable que se normalice con el tiempo. Independientemente, hay formas en que los compradores pueden ahorrar dinero mientras están en la tienda:
Planifique con anticipación: Planificar las comidas y los refrigerios para la semana antes de ir al supermercado ayuda a asegurarse de que solo compre lo que necesita. Use una lista de compras o una aplicación para mantenerse organizado. Consulte la circular, el sitio web o la aplicación de su tienda para obtener cupones y ofertas especiales con anticipación.
Compare las opciones: Considere comprar marcas de la tienda, generalmente están a un precio menor y tienen el mismo sabor y contenido nutricional. Cuando sea posible, compre opciones de proteínas a granel para congelar los extras. Compare precios unitarios de diferentes marcas y tamaños de paquetes para ahorrar. El “precio unitario” es el precio por onza, libra o pinta, y generalmente se indica en la etiqueta del estante. Las opciones de alimentos enlatados o congelados pueden tener una vida útil prolongada y ayudar a estirar su dinero.
Busque programas de asistencia: El Programa de Asistencia de Nutrición Suplementaria (SNAP) y el programa de nutrición para Mujeres, Bebés y Niños, o WIC, ayudan a las familias en momentos de necesidad. Visite FeedingAssistance.com para obtener más información sobre estos programas federales y la elegibilidad.
