El potente Huracán Eta ha dejado por su paso en Centroamérica, una enorme destrucción. El fenómeno climatológico atacó con fuerza a toda la región. Los naciones más afectadas han sido Honduras, Guatemala y Nicaragua. Los otros cuatro países centroamericanos también fueron perjudicados pero con menor intensidad. En Guatemala un alud sepultó un caserío en dónde murieron más de doscientas personas, la tormenta causó inundaciones catastróficas. Honduras es el país más golpeado por esta tragedia, se calcula que dos millones de personas han quedado damnificadas ante el desastre. “La cuarta parte del país está destruida, hundida en el lodo”. Familias enteras lo han perdido todo. Millares de niños y ancianos duermen a la intemperie y no tienen qué comer.
Ante la magnitud del desastre, el gobierno de El Salvador, ha extendido su mano de hermandad y está brindando ayuda a Honduras y a Guatemala. El Presidente Nayib Bukele, envió a ambos países, medicamentos, alimentos y grupos de rescate. La ayuda para los dos países vecinos se calcula en más de dos millones de dólares. Un gesto maravilloso y solidario de parte de El Salvador. Pero la necesidad en estos momentos es inmensa, se necesita urgentemente que la comunidad internacional se pronuncie y decida ayudar a Centroamérica. “La región ha quedado devastada por este terrible Huracán”.
Guatemala comienza a reponerse lentamente ya que sólo una región del país sufrió daños considerables, al igual que Belice y Nicaragua. El caso de Honduras es más preocupante; el Huracán atravesó todo el país, dejando a su paso muerte, destrucción y desastre. Los cultivos fueron destruidos, muchos animales perecieron ahogados. Literalmente millares de familias no saben como alimentarán a sus hijos. Es hora de mostrar nuestra generosidad hacia el país hermano de Honduras, si pueden donar háganlo. Nosotros podemos hacer la diferencia, podemos brindar refugio y alimento a cientos de miles de personas que han quedado totalmente desamparadas.
¡Dios bendiga al pueblo de Honduras!
