El mundo onírico o mundo del significado de los sueños, cuenta con pioneros modernos como Sigmund Freud, Carl Jung y Edgar Cayce. En la antigüedad, también existieron pioneros de gran renombre entre ellos Artemidoro de Daldis y René Descartes. Ambos ofrecieron su aporte al saber onírico y basándose en sus descubrimientos y estudios, surgieron los pioneros de la era moderna.
Artemidoro de Daldis
Fue considerado en su época como un adivino, algunos creían que era un charlatán que se dedicaba a hacer trucos de magia para engañar a los menos cautos, pero la gran mayoría de personas que le conocieron pensaban que era un genio. Alrededor del siglo II de nuestra era, Artemidoro alcanzó gran notoriedad no solamente en Éfeso, sino en toda Europa, porque fue su obra “La Interpretación de los Sueños”, el primer libro realmente editado y publicado que trató a fondo el mundo onírico. En realidad el tomo escrito por él fue el más apreciado en el tema hasta que apareció publicada en 1900 la obra de Freud que lleva el mismo título.
Artemidoro fue un gran estudioso de las artes esotéricas y supo profundizar acerca de las teorías oníricas desarrolladas por Platón y Aristóteles.
Su gran aporte a la orinomancia consistió en catalogar a los sueños en dos grandes grupos:
Los sueños definidos como comunes y los sueños mánticos.
Los sueños comunes según este vidente están directamente asociados con las emociones, las sensaciones físicas, los temores y los deseos que experimentamos durante la vigilia.
Los sueños mánticos pueden presentarse de forma telepática y su contenido puede ser descifrado a través de la interpretación de los símbolos e imágenes con los que se sueñe.
La Interpretación de los Sueños es sin dudas una obra magistral escrita por un gran visionario. En los siglos posteriores el libro escrito por Artemidoro, fue utilizado como obra de consulta por los estudiosos de los sueños. Durante las centurias que duró la inquisición su uso fue prohibido, sin embargo; muchos volúmenes fueron rescatados a tiempo y ahora se les puede apreciar en museos y bibliotecas especializadas en la preservación de textos antiguos.
René Descartes
René Descartes (1596-1650) ha sido considerado como “el primer individuo moderno”, gracias a su manera de pensar. En su juventud se desempeñó como militar y perteneció a la nobleza francesa. Tuvo muchas divergencias con el clero ya que al ser un filósofo naturalista, aseguraba que el cuerpo humano operaba casi igual que una máquina.
Descartes es reconocido por una de sus frases célebres: “Cogito ergo sum” Pienso luego existo. En su famoso libro “Discurso del método” escrito en 1637, él expone que los seres humanos podemos dudar de todo lo que percibimos, pero no podemos dudar que estamos dudando, y si estamos dudando significa que pensamos y si pensamos, existimos.
Sus teorías afirman que lo psíquico es todo lo que existe en nuestra conciencia: la imaginación, la fantasía, los recuerdos y los sueños.
Los sueños para Descartes eran parte de las ideas ingénitas que surgían de la mente. En sus tratados argumentó que la mente humana nunca deja de trabajar incluso en los períodos del sueño profundo.
Como es de suponer las teorías y las obras de René Descartes, crearon una verdadera controversia en el siglo xvii. Un año antes de su muerte se convirtió en profesor de Filosofía en la corte de la Reina Cristina de Suecia. Descartes falleció en Estocolmo en el año1650.