Semana santa, tiempos de Cristo

Mario Jiménez Castillo | El Observador
Photo Credit: Pixabay

Las profecías del libro del Apocalipsis y otras predicciones afirman que en esta era, Jesucristo volverá a vivir en la Tierra, vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos el majestuoso día del juicio final. Muchas corrientes evangélicas, predicen que estamos viviendo en tiempos bíblicos y que la segunda venida de Mesías a la Tierra se aproxima.

Muchos de los creyentes afirman que existe un antes y un después en la vida de las personas que acuden a Cristo. Pedro Acosta, un creyente, nos relató que hubo un lapso en su vida, que todo era un caos, enfermaba muy a menudo y su vida romántica era inexistente. Su trabajo no daba frutos y se sentía a la deriva.

“Un día, un conocido me recomendó invocar el poder sanador de Jesucristo, y desde ese momento, inició una transformación en mi existencia. Jesucristo no quiere fanatismo quiere tener creyentes serenos y sensatos, señaló, Pedro”. Sin importar las penas y desafíos que ahora esté enfrentando, ni los padecimientos que tenga, o si no encuentra la salida a sus preocupaciones; invoque con mucha fe, el poder sanador de Jesucristo. Él obrará milagros en su vida y sanará su corazón de angustias, pesares y sufrimientos. Jesucristo, es la verdad, la vida y la resurrección.

Cristo, el Santo fuerte, el Santo inmortal. El personaje más influyente en la historia de la humanidad. Por Él, se celebra, la natividad, la semana santa y la cuaresma por ejemplo. Él, es la base sólida del cristianismo. Durante esta época, millones de creyentes acuden a misa, a cultos evangélicos y a servicios espirituales en honor al hijo de Dios. Sin embargo, ante la emergencia sanitaria que enfrentamos, este año no habrá cultos ni misas.

Su culto y rezos deberán realizarse en privado. La historia de Jesucristo, según las sagradas escrituras, es misteriosa, se conoce de Él, parte de sus vivencias desde su nacimiento hasta la edad de doce años; de esa edad hasta los treinta años, su vida es un enigma, lleno de especulaciones y teorías. Cuando tenía alrededor de treinta años, comenzó a evangelizar al pueblo; no escogía a poderosos ni acaudalados como sus seguidores, mucho se le criticaba por reunirse con personas viciosas o de mala reputación.

Eran ovejas descarriadas que Él sanaba y libraba de fuerzas malignas. En varios pasajes bíblicos, como en el Evangelio según San Mateo, son relatados episodios en los que Jesucristo, sanaba a las personas, no solamente de padecimientos físicos, sino también de trastornos emocionales y mentales, y hasta de posesiones diabólicas. Miguel García, un fiel creyente de Jesucristo, nos comentó que durante mucho tiempo se sintió acosado día y noche por un mal espíritu, veía sombras oscuras y escuchaba voces perturbadoras. Recuerda que fue una etapa muy difícil, que no pudo superar hasta que entregó su alma y corazón al poder del Señor de la Misericordia “Él escucha a los que tienen verdadera fe, les perdona sus faltas y les brinda una oportunidad para mejorar sus vidas. Lo más sublime de mi vida es mi fe en Cristo, nos comentó, Miguel”.

Oración al Señor de la Misericordia

Señor de la Misericordia, Señor Jesucristo,

estamos clamando por tu patrocinio y seguimos

creyendo con fe en ti. Dirige todos nuestros pasos

hacia el bien y da felicidad a esta morada

y quede permanente en ella, y así como en este mundo,

lo santificaste todo, y al ir a casa de Zacarías, le llenaste

de bendiciones con tu sagrada presencia. Asimismo honra

y santifica a tu rebaño, para que vivan honrados

con tu bendición; se alegren, te sirvan contentos y conozcan

a ti, Señor de la Misericordia, como único Salvador. Por ti

que vives y reinas en el cielo con el Padre y el Espíritu Santo.

Amén.

Categories
FeaturedVibras

RELATED BY

0