Mario Jiménez Castillo
El Observador
Estamos iniciando una de las épocas más espirituales del año, la semana santa, semana que conmemora la vida, pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, el Santo fuerte, el Santo inmortal. Un personaje que cambió definitivamente el rumbo de la historia del mundo, por él, se celebra, la navidad, la semana santa y la cuaresma por ejemplo. Él es la base sólida del cristianismo. Durante esta época, millones de creyentes acuden a misa, a cultos evangélicos y a servicios espirituales en honor al hijo de Dios. La historia de Jesucristo, según las sagradas escrituras, es misteriosa, se conoce de él, parte de sus vivencias desde su nacimiento hasta la edad de doce años, de esa edad hasta los treinta años, su vida es un enigma, lleno de superstición, especulaciones y teorías. A la edad de treinta años, comenzó a evangelizar a la gente, no escogía reyes ni príncipes ni gente rica como sus seguidores, mucho se le criticaba por reunirse con personas que tenían vicios o mala reputación, eran ovejas descarriadas que él sanaba espiritualmente. En varios pasajes bíblicos, como en el Evangelio según San Lucas, se relatan episodios en los que Jesucristo, sanaba a las personas, no solamente de padecimientos físicos, sino también de enfermedades emocionales y mentales y hasta de posesiones demoníacas. Lourdes González, una fiel creyente de Jesucristo, nos comentó que durante mucho tiempo se sintió perseguida y acosada por un mal espíritu, veía sombras, siluetas oscuras y escuchaba ruidos perturbadores, ella recuerda que fue una etapa muy difícil que no podía superar, hasta que entregó su vida al poder del Sagrado Corazón de Jesús. Él escucha a los fieles creyentes, les perdona sus faltas y les brinda una oportunidad para ser felices, nos comentó, Lourdes.
Según las profecías del libro del Apocalipsis y otras predicciones, en esta era, Jesucristo volverá a vivir en la Tierra, vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos el tan famoso día del juicio final. Muchas corrientes evangélicas, predicen que estamos viviendo en tiempos de tribulación y que la segunda venida de Jesucristo al mundo, puede estar más cerca de lo que imaginamos. Muchos de los creyentes afirman que existe un antes y un después en la vida de las personas que acuden a Jesucristo. Marlon López, un comerciante, nos relató que hubo un lapso en su vida, que todo era un caos, enfermaba con frecuencia, no tenía suerte en el trabajo y el amor, simplemente no existía en su vida.
“Un buen día, un conocido me recomendó rezar e invocar el poder sanador de Jesucristo, y desde ese momento, todo comenzó a cambiar para bien y por mi bien. Jesucristo no quiere tener fanáticos quiere tener creyentes sensatos, señaló, Marlon”. Grandes artistas han interpretado canciones en honor a Jesucristo, uno de los más memorables es Roberto Carlos, quien popularizó décadas atrás en portugués y en español, la canción “Jesús Cristo, eu estou aquí, Jesucristo, yo estoy aquí.”. No importa los problemas que ahora esté enfrentando, ni los padecimientos que tenga, o si no encuentra la salida a sus preocupaciones; invoque con mucha fe, el poder sanador de Jesucristo, él obrará milagros en su vida y sanará su corazón de angustias, pesares y sufrimientos. Jesucristo, es la resurrección, la verdad y la vida.
Oración al Sagrado Corazón de Jesús
Señor Jesucristo, clamando por tu remedio y
creyendo con fe en ti. Dirige todos nuestros negocios
hacia el bien y da felicidad a esta casa
y quede permanente en ella, y así como el venir al mundo
lo santificaste todo, y al ir a casa de Zacarías les llenaste
de bendiciones con tu presencia corporal, asimismo bendice
y santifica esta casa, para que sus habitantes honrados
con tu bendición, se alegren, te sirvan contentos y conozcan
a ti, Sagrado Corazón de Jesús, como único Salvador. Por ti
que vives y reinas en el cielo con el Padre y el Espíritu Santo.
Amén.
