José López Zamorano
La Red Hispana
Guillermo del Toro es un orgulloso mexicano. Su merecida victoria del Premio Oscar como el mejor director del año, se suma a los triunfos similares de sus paisanos y amigos Alfonso Cuarón por “Gravity” en 2013 y Alejandro González Iñárritu, éste en dos ocasiones por “Birdman” en 2014 y “The Revenant” en 2015. Cuatro “Oscares” para mexicanos en los últimos 5 años, nada mal.
“Creciendo en México, yo era un niño enamorado con las películas, pensé que esto nunca podría pasar. Si pasa. Y quiero decirles a todos quienes sueñan con usar la fantasía para narrar las historias sobre las cosas que son reales en el mundo de hoy, ustedes pueden. Esta es la puerta. Patéenla y entren”, dijo Del Toro tras recibir la estatuilla dorada.
Singularmente, la ceremonia de los “Oscares”, uno de los espectáculos de entretenimiento más vistos en el mundo tuvo, tuvo lugar un día antes que se cumpliera el plazo de la administración Trump para que el Congreso encontrará una solución para los otros “dreamers”, los 690,000 beneficiarios de DACA, o de lo contrario enfrenten el riesgo de la deportación a sus países de origen,
Por fortuna dos jueces, uno de Nueva York y otro de San Francisco, convirtieron en irrelevante la fecha en términos legales al invalidar la decisión de la administración Trump de suspender el programa. Por lo tanto, todos los dreamers que ya contaban con los beneficios, tienen la opción de renovarlos en tanto el Congreso retoma el tema y encuentra una solución a este enorme drama social y humanitario.
Para la actriz mexicano-keniana Lupita Nyong’o y para el comediante nacido en Paquistán, Kumail Nanjiani, la fecha del 5 de marzo no pasó desapercibida. Durante la presentación de un grupo de nominados en la noche de los “Oscar”, los dos inmigrantes exaltaron al movimiento de los soñadores.
“Como todos en este recinto –dijo Lupita en el majestuoso escenario de Teatro Dolby de Los Ángeles– y todos observando desde casa, somos soñadores. Crecimos soñando con día trabajar un día en las películas. Los sueños son los cimientos de Hollywood y los sueños son los cimientos de América”. “A todos los dreamers, estamos con ustedes”, remató Nanjiani.
La victoria de Guillermo y las palabras de Lupita y Kumail, tres inmigrantes unidos en la meca del cine mundial por el lazo común de un sueño, es un recordatorio elocuente de la ingente tarea pendiente que tiene la clase política, para encontrar una solución permanente y digna al clamor de los dreamers, que sólo piden la oportunidad de realizar su sueño como ciudadanos plenos del país al que han dado tanto.
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