Mario Jiménez Castillo / El Observador
Ámbar: Es a menudo considerado “el néctar de los dioses o ambrosía” debido a su aroma divino. Esta fragancia proviene de la naturaleza y fue utilizada tradicionalmente como patente medicinal para tratar numerosas enfermedades crónicas. El usuario encontrará numerosas variaciones de incienso de ámbar para entonar sus propios procesos curativos.
Canela: Es altamente medicinal, se utiliza como aromático y relajante. Fue usada en Egipto y Asiria para realizar curaciones tanto físicas como espirituales, también se utilizaba para embalsamar. Al inhalar su peculiar fragancia se dice que actúa como afrodisíaco y predispone a la bondad y la buena voluntad.
Cedro: Es una madera aromática cuyo uso se remonta a tiempos ancestrales cuando era usada para edificar templos y palacios en el Medio Oriente, como por ejemplo el templo del rey Salomón en Jerusalén. El cedro es símbolo de poder y longevidad. Al estar regido por Júpiter se asocia a la abundancia. Su fragancia exquisita es usada para purificar y curar padecimientos emocionales.
Copal: Incienso que se ha venido usando desde hace miles de años. Se utiliza básicamente en ceremonias y limpias espirituales. Actualmente se cree que al quemar copal en su estado original se atrae la buena suerte, especialmente en asuntos financieros. Es ampliamente conocido por su a cción purificadora, la fragancia que emana predispone el buen humor y el entusiasmo.
Jazmín: Es el más sagrado aroma de Diana, diosa de la luna llena. Su esencia imparte una alta vibración espiritual y por esta razón es particularmente efectivo para santificar templos, viviendas y santuarios. La calidad pura de este incienso ayuda a aliviar la tensión, la depresión y el estrés, por lo que ha sido utilizado para producir sentimientos de optimismo, confianza y euforia. El uso de esta fragancia encuentra su máxima expresión creando a su alrededor ambientes de amor, seguridad y relajación.
Rosa: Incienso regido por Venus el planeta asociado al amor. Por ello cuando se da como presente un ramo de rosas, sentimientos de afecto y amor le acompañan. Igualmente evocativa es la dulce fragancia de esta flor por el efecto que su esencia tiene sobre nuestra naturaleza amorosa. El uso de este incienso puede ser particularmente útil para aliviar la ira, la pesadumbre y la falta de ánimo porque ayuda a producir sentimientos de felicidad. Además atrae la buena fortuna.
Sahumerio: El sahumerio tiene diferentes usos tanto en rituales místicos como en terapias curativas, el sahumerio es una combinación de diversas hierbas, las cuales al ser quemadas producen una alta vibración magnética que induce sentimientos de bienestar. El sahumerio se utiliza para purificar, clarificar energías, realizar rituales religiosos y ceremonias místicas.
Vainilla: La vainilla es originaria de México, los aztecas la utilizaban en diversos rituales espirituales y para aromatizar productos gastronómicos como el chocolate. El incienso de vainilla es uno de los preferidos, su aroma induce sentimientos de pureza, alegría y optimismo. Este es conocido como uno de los aromas más exquisitos del mundo.
Violeta: Incienso purificador que suaviza la naturaleza y la vuelve mas refinada y armoniosa. La flor de la violeta simboliza sentimientos puros, además de ser un atributo de la diosa del amor. Su uso es efectivo para aclarar sentimientos e impregnar de energía, lustre y vitalidad los lugares donde se quema.
Ylang Ylang: Este incienso proveniente de Asia, se ha venido utilizando desde hace muchos siglos como esencia que ayuda a serenar y calmar los nervios. Su potente aroma balsámico actúa como relajante y evocador de paz y tranquilidad. Queme este incienso en su casa para que todos sus moradores se sientan relajados y gocen de buena vibra.