Los latinos representan el 40% de la población de California, pero más del 56% de los estudiantes de las escuelas públicas desde preescolar hasta el grado 12º.
Sin embargo, las tasas de graduación de bachillerato de los latinos son las más bajas de cualquier otro grupo étnico. Ahí es donde entra en juego un esfuerzo estatal para impulsar la participación de los padres. El Parent Institute for Quality Education, conocido como PIQE, es una organización sin fines de lucro que ayuda a las familias a abogar por el éxito de sus hijos.
Elizabeth Cabrera dice que forjar un vínculo solido entre los padres y la escuela es clave.
“Los datos muestran que, si las familias participan, las posibilidades de que los estudiantes se gradúen de bachillerato y vayan a la universidad son mayores,” informa Cabrera. “Tiene que ser una prioridad y debemos crear planes de acción en torno a que esto suceda. Y no se trata de algo <>, sino de algo imprescindible para poder apoyar realmente al estudiante en todos los aspectos.”
En 2020, el 66% de los latinos de California tenían un diploma de bachillerato, en comparación con el 95% de los residentes blancos. En todo Estados Unidos, 98,000 estudiantes indocumentados de entre 15 y 19 años se gradúan cada ano, pero solo entre el 5 y el 10% se inscriben a la universidad.
Cabrera dice que PIQE organiza talleres para padres en todo el estado.
“Trabajamos directamente con distritos y lideres escolares para que podamos ir a sus escuelas, trabajar con sus familias, capacitarlos y ensenarles todo, desde como es el sistema educativo,” dice Cabrera, “que hay a nivel estatal, a nivel condado y a nivel local, y que se puede hacer para participar y hacer las preguntas correctas. También cosas como entender mejor las diferentes evaluaciones.”
El Departamento de Educación de EE.UU. ha concedido a PIQE un subsidio de $5 millones de dólares para poner en marcha un Centro de Participación Familiar a escala estatal.
El apoyo para este reportaje fue aportado por la Fundación Lumina.