Los sueños premonitorios son producidos en gran parte, por la intuición y la sensación del individuo. Los sueños premonitorios se distinguen de los demás tipos de sueños, porque pueden predecir el futuro. Un sueño premonitorio se puede distinguir de entre otros sueños, cuando la sensación energética que se experimenta. se prolonga aún durante la vigilia. La mente humana durante el reposo continúa procesando ideas, y proponiéndole alternativas y soluciones al individuo, aunque sea inconscientemente.
Cuando nuestra intuición y las emociones, se encuentran en un mismo nivel energético, es entonces cuando el sueño profético emerge del subconsciente.
Durante el año 2001 tuve la oportunidad de visitar algunos países del sureste asiático;
viví por varios meses en las Islas Marianas del Norte. Solamente en una isla diminuta en el medio del océano, uno puede apreciar la potencia y verdadera inmensidad del mar.
Cuando volví a los Estados Unidos a finales de 2002, comencé a tener sueños muy perturbadores, con inmensas olas que amenazaban con borrar la faz de la Tierra. Recuerdo que en ese mismo año, soñé con un maremoto y este ocurría en la Isla de Bali. Comenté el sueño con amigos y familiares, pero jamás imaginé que años después, Indonesia sufriría junto a otras naciones de la región, la terrible experiencia del Tsunami de diciembre del 2004.
Año tras año los sueños con las olas se han vuelto cada vez más frecuentes. Recuerdo que al principio solamente veía las olas a lo lejos, y lograba ponerme a salvo.
Cada vez que experimento este sueño despierto muy preocupado. Emocionalmente afectado. El miedo y la zozobra que padezco durante el mismo, tiene alcances apocalípticos. Observo a mucha gente siendo literalmente absorbida por las inmensas olas, que pueden compararse con un edificio de 20 pisos. Mi preocupación traspasó los límites de la curiosidad. Leí, investigué, y analizé teorías y predicciones al respecto, entre ellas las de Edgar Cayce. Pero no fue hasta julio del 2006 cuando un amigo me invitó al cine a ver el documental de Al Gore “An Inconvenient Truth.”
En el documental se plantea el inminente peligro que corremos todos los seres humanos, si no hacemos algo para contrarrestar el calentamiento global.
Los polos han comenzado a presentar pronunciadas anomalías, los paisajes han cambiado en Alaska, Groenlandia, y en el sur de Argentina. En la Antártica y en el polo norte, se han abierto grietas en el hielo y muchos de los enormes témpanos han comenzado a sucumbir. La catástrofe ha sido anunciada. Hace varias semanas sea por sugestión o por mera impresión, volví a soñar con las enormes olas, esta vez lograba ponerme a salvo en un monte muy alto. Pero a lo lejos observaba con pavor, como ciudades y naciones enteras eran devoradas con furia, por las terribles olas que marchaban avasallantes.
Videntes, síquicos y personas con instrucción espiritual, me han comentado que han experimentado el mismo sueño, con las mismas olas y la misma destrucción. Talvez sea el inconsciente colectivo, quien nos está previniendo para que hagamos algo al respecto.
¡Ojalá! los esfuerzos de organizaciones ambientalistas no sean en vano, porque en o durante los próximos treinta años, una catástrofe global podría amenazar a un tercio de la población del mundo.
¡Ojalá! se deje de invertir en la guerra, y los gobernantes dejen a un lado la soberbia desmedida. Que el egoísmo no les ciegue ante la tan peligrosa amenaza que se avecina. Dios mediante se hago algo antes de que sea demasiado tarde. ¡Orad a Dios!
