Roddy Scheer & Doug Moss
EarthTalk
Burning Man, el festival anual de arte y música que se celebra en medio del desierto de Black Rock, en Nevada, ha acaparado la atención mundial por su arte vanguardista, su autoexpresión radical y la ciudad temporal que construye cada año, llamada Black Rock City. Sin embargo, en lo que respecta a la huella medioambiental del festival, las opiniones son tan diversas como los eclécticos atuendos de los asistentes.
Uno de los principales impactos ambientales del Burning Man es el transporte. Los asistentes viajan desde todos los rincones del mundo para llegar al remoto desierto, y muchos lo hacen en vehículos que consumen mucha gasolina, lo que supone una importante huella de carbono. Algunos asistentes mitigan este impacto compartiendo coche, llegando en autobús o bicicleta o participando en programas de transporte compartido dirigidos por los organizadores.
Construir una ciudad temporal para decenas de miles de personas requiere un número considerable de recursos. Materiales de construcción, generadores y combustible para el transporte dentro de Black Rock City son algunas de las muchas necesidades. Aunque se han hecho esfuerzos por reducir los residuos y reutilizar los materiales, el proceso de construcción del evento sigue teniendo consecuencias para el medio ambiente.
Burning Man predica el principio de “no dejar rastro” y pide a los participantes que empaqueten todo lo que traigan. La mayoría de los asistentes coopera, pero se dan casos de basura y eliminación inadecuada de residuos. El evento ofrece opciones de reciclaje y compostaje, pero gestionar los residuos en un lugar tan remoto es todo un reto.
La alimentación de las numerosas instalaciones artísticas, campamentos y eventos del Burning Man también consume mucha energía. Se ha avanzado en el uso de energía solar y otras fuentes renovables, pero el consumo total de energía del evento es significativo. Algunos quemadores llevan paneles solares y promueven la sostenibilidad en sus campamentos.
Una característica distintiva del Burning Man son sus llamativas instalaciones artísticas, muchas de las cuales son temporales y pueden no dar prioridad a la sostenibilidad a largo plazo. Algunas de estas creaciones se queman durante el clímax del festival, liberando emisiones y generando residuos.
A pesar de estos problemas medioambientales, la organización del Burning Man ha avanzado en los últimos años para abordar los problemas de sostenibilidad. Han puesto en marcha programas como el campamento temático “Green Man”, centrado en la educación medioambiental y las prácticas sostenibles. Además, se creó un Departamento de Sostenibilidad para promover iniciativas ecológicas y reducir la huella medioambiental del festival.
Además, los propios asistentes desempeñan un papel crucial en la configuración del impacto medioambiental de Burning Man. Muchos se toman en serio el principio de “no dejar rastro”, e innumerables quemados trabajan activamente para reducir su huella ecológica y promover prácticas sostenibles dentro de la ciudad temporal.
El Burning Man es un acontecimiento único con un perfil medioambiental complejo. Aunque es innegable que deja huella en el medio ambiente, también sirve de plataforma para debates sobre sostenibilidad, expresión artística y creación de comunidades.
CONTACTOS: Burning Man, burningman.org; Desglose de Burning Man: ¿Cuánta contaminación emite el festival? thestreet.com/travel/burning-man-breakdown-how-much-pollution-is-the-festival-emitting.
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