La comunidad ucraniana estadounidense se reunió en los escalones del Capitolio estatal el jueves pasado, expresando su indignación por la invasión actual de Ucrania por Rusia. Sacramento es el hogar de unos 100.000 estadounidenses ucranianos, que observan con horror cómo se desarrollan los acontecimientos.
Vladimir Skots, presidente de la Casa Ucraniana Estadounidense, un grupo con sede en Sacramento que reúne a la diáspora ucraniana, dijo que apoya las fuertes sanciones financieras impuestas por el presidente Joe Biden.
“Estamos pidiendo a todo el mundo, a la OTAN, para que se una y proteja a Ucrania”, declaró Skots.” Porque tenemos que parar este mal allá en Ucrania. Porque si no se detiene a Putin en Ucrania, podría ir más lejos y traer otros daños al mundo”.
La Casa Ucraniana Estadounidense está planeando un desayuno de oración en una iglesia ucraniana en la región de Sacramento el sábado. Los defensores esperan crear conciencia aquí en los EE. UU. Sobre la lucha para preservar la democracia y la independencia en Ucrania.
Skots argumentó que la decisión del presidente ruso, Vladimir Putin, de ir a la guerra es una amenaza para la paz y la estabilidad en todo el mundo.
“Un líder perdió la cabeza y atacó a otro país”, afirmó Skots. “Solo porque Ucrania quiere ser libre. Porque Ucrania quiere pasar de la propaganda a la educación, a la OTAN”.
Skots señaló que en 1994 Ucrania renunció a sus armas nucleares a cambio de la promesa de Rusia y Estados Unidos de proteger su integridad territorial. Durante la llamada Revolución Naranja de 2004-2005, Rusia fue acusada de intentar manipular las elecciones y de envenenar al candidato de la oposición, quien ganó en una nueva votación ordenada por la Corte Suprema de Ucrania.
