SACRAMENTO, Calif. — Los padres se están preparando para que sus hijos regresen a las aulas por primera vez en más de un ano, y los expertos en salud publica están preocupados porque muchos han perdido importantes chequeos y vacunas debido a la pandemia.
Un informe del Instituto de Políticas de Salud de la Universidad de Georgetown y la Academia Estadounidense de Pediatría detalla la caída en las visitas al pediatra en 2020.
En California, el grupo Children Now estima que las tasas de vacunación de los niños se redujeron en más del 10 por ciento de 2019 a 2020. Mike Odeh de Children Now dice que organizaciones como Covered California están trabajando para resaltar el problema, pero aun así se podría hacer más a nivel estatal y federal.
“Creo que una de las cosas comunes que vemos aquí en California, así como en otros estados, es el acceso a una atención adecuada desde el punto de vista cultural y lingüístico,” señala Odeh. “Entonces creo que esa es tan solo un área en la que se podría necesitar algo de trabajo.”
Odeh dice que los brotes de sarampión de 2014 y 2019 en el sur de California mostraron a los profesionales de la salud lo importante que es tomarse estas cifras en serio.
En mayo, los CDC informaron que los pedidos de vacunas infantiles no relacionadas con la influenza habían disminuido en un total de 11 punto siete millones de dosis en comparación con 2019.
El doctor Lee Beers, de la Academia Estadounidense de Pediatría, dice que están aumentando los temores de que podrían producirse tasas de vacunación más bajas en comunidades donde han alcanzado la “inmunidad colectiva”.
“Si muy pocas personas en una comunidad se vacunan contra una enfermedad en particular, significa que podríamos ver un brote de esa enfermedad,” recuerda Beers. “Hemos visto esto antes con el sarampión y la tosferina, por lo que es muy importante asegurarse de que su hijo este vacunado, no solo para protegerse a sí mismo, sino también para proteger a quienes lo rodean.”
La ley de California requiere que todos los niños inscritos en la escuela tengan ciertas vacunas, que incluyen difteria, tétanos y tosferina o “DTAP”, y la vacuna MMR, para el sarampión, las paperas y la rubeola. En algunos casos, se aceptan excepciones medicas validas de un médico.