ALBUQUERQUE, N.M. – La polarización se considera un problema creciente en Estados Unidos y muchos culpan a las redes sociales. Pero las encuestas muestran que los estadounidenses están de acuerdo en muchos temas candentes, y la división puede ser más emocional que ideológica.
Un ejemplo es el control de armas. La mayoría de los estadounidenses encuestados está de acuerdo en que se deben promulgar leyes más estrictas para la venta de armas de fuego. Y Rachel Kleinfeld de Santa Fe, investigadora principal del Carnegie Endowment for International Peace, dijo que también hay puntos en común sobre la inmigración y el aborto. Kleinfeld dijo que cree que la polarización se trata menos de ideas y más de emociones que hacen que las personas se identifiquen con una “tribu” con creencias similares. Ella sugirió que la curiosidad podría ser el antídoto.
“Es extremadamente difícil tener curiosidad y odiar al mismo tiempo”, dijo. “Cuando tienes curiosidad, no significa que estás de acuerdo, pero sí significa que tienes que averiguar más”.
Según una encuesta reciente de Gallup, el 57% de los estadounidenses están a favor de leyes de control de armas más estrictas, mientras que solo el 9% quiere ver menos restricciones de armas y el 34% apoya el status quo.
Los científicos sociales a menudo recomiendan limitar el consumo de Internet y los medios de comunicación para evitar temas candentes como la economía o la política, y cuando consumen noticias, tratan de buscar informes equilibrados. Kleinfeld dijo que los usuarios de las redes sociales a menudo gravitan hacia sitios que refuerzan sus propias creencias, y los jóvenes pueden polarizarse porque evitan todo lo que creen que podría causarles un trauma.
“La polarización, por supuesto, no se trata solo de los jóvenes”, dijo, “pero hay algo en particular que parece estar sucediendo con los jóvenes acerca de la falta de capacidad para manejar demasiada complejidad en su pensamiento”.
Si bien puede que no sea tan extremo como a veces se describe, Kleinfeld dijo que la polarización es preocupante porque lo que estamos viendo en Estados Unidos ahora también se ha observado en otros países con violencia extrema.
