Roddy Scheer & Doug Moss
EarthTalk
Mientras continuamos bombeando dióxido de carbono (CO2) y otros gases de efecto invernadero a la atmósfera y el clima se calienta en todo el mundo, no sólo nos debería preocupar nuestra salud y el medio ambiente. Algunos estudios recientes concluyen que un mundo más caliente con concentraciones más altas de CO2 en el aire que respiramos, probablemente nos haga menos inteligentes. Si las otras razones para combatir el calentamiento global que todos hemos escuchado durante años no son suficientes para convencerte, ¿Te gustaría que tus bisnietos se enteraran que podrían haber sido mucho más inteligentes, si tu hubieras usado más la bicicleta y menos el coche?
Es decir, un estudio reciente acerca de “Calor y Aprendizaje” realizado por la Asociación Estadounidense de Economía en el que se evaluaron los resultados de exámenes de unos 12,000 niños de edad escolar a través de EE.UU durante un lapso de siete años, concluyó que en los años con más días calientes que lo normal, los resultados promedio empeoraron en todos los ámbitos, lo que apunta a que hay una correlación entre el clima caliente y la habilidad para concentrarse y aprender. Actualmente, tenemos más días calientes que nunca, así que no te sorprendas si te cuesta cada vez más trabajo concentrarte.
Mientras tanto, un estudio realizado en 2018 por investigadores de la Escuela de Salud Pública de Yale encontró que la contaminación del aire por si sola tiene un efecto sumamente negativo en la cognición humana. “El aire contaminado puede causar una reducción de un año en el nivel educativo” dice Xi Che de Yale. “Pero sabemos que las consecuencias son peores en los ancianos, especialmente en mayores de 64 años, en los hombres, y en la gente con un nivel de educación bajo. Si calculamos [la pérdida] de éstos, podrían ser unos cuantos años de educación.”
Otro estudio reciente concluyó que los humanos expuestos a concentraciones altas de CO2 atmosféricas (1000 partículas por millón) demuestran una reducción del 21 por ciento en las habilidades cognitivas generales. Básicamente, si el aire que respiramos contiene menos oxígeno y más CO2, nuestra sangre no recibe la cantidad suficiente de oxígeno, lo que lleva a una disminución en la función celular, especialmente en nuestros cerebros.
A nuestro ritmo actual de emisiones, los niveles de carbono atmosféricos probablemente excederán las 1000 ppm para finales del siglo. El resultado de esas condiciones atmosféricas, como lo reportó James Bridle en su libro New Dark Age, podría ser una reducción del 25 por ciento de la habilidad humana de tomar decisiones, como también una disminución del 50% en las habilidades de pensamiento estratégico más complejas, para el año 2100. ¿Podría esta disminución en las habilidades cognitivas exacerbar el problema climático al estar mentalmente menos equipados para solucionarlo?, ¿La inteligencia reducida tanto en niños como en adultos nos llevará a una sociedad menos funcional, o hasta a una “idiocracia”?
En vez de dejar caer a la sociedad en una espiral decadente, debemos asumir nuestro papel de críticos para poder tomar decisiones en cuanto al destino del medio ambiente y de nuestra civilización. Los científicos han hallado conexiones claras entre el calor y la inestabilidad política, así convierte este nuevo calor en una oportunidad para salir y hacer un cambio. A través de la protesta o la huelga, necesitamos hacernos escuchar y unirnos para un mejor futuro – tanto metafórica como literalmente.
CONTACTOS: “Heat and Learning,” aeaweb.org/articles?id=10.1257%2Fpol.20180612; “The impact of exposure to air pollution on cognitive performance,” pnas.org/content/115/37/9193; New Dark Age, amzn.to/3biYWBZ.
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