Siete republicanos pro-Trump apoyaron la descertificación de las elecciones de noviembre y activistas de sus distritos los quieren fuera.
Activistas comunitarios en los distritos de siete congresistas republicanos de California que la semana pasada se opusieron a la certificación de los resultados de las elecciones presidenciales, pidieron la expulsión de los legisladores de sus escaños por tratar de “eliminar los votos” de grupos étnicos de minorías.
Agregaron que la participación récord de estos votantes, “fue el resultado movilización y no del fraude”.
Los activistas pidieron severas consecuencias para el grupo al que llamaron “los siete sediciosos” de California: El representante Devin Nunes (Central Valley), el representante Jay Obernolte (Central Valley), el representante Ken Calvert (Inland Empire), el representante Darrell Issa (San Diego), el representante Mike García (Los Angeles), El representante Doug LaMalfa (del extremo norte de California) y el representante Kevin McCarthy: (Valle Central).
“Una de las mentiras comunes que se están diciendo en todo el país con respecto al fraude, especialmente en los medios conservadores, es básicamente eliminar los votos de California, descontar a las mujeres negras y otros votantes de minorías que constituyen una porción significativa del bloque de votantes en el estado de California”, dijo Pablo Rodríguez, director ejecutivo de Communities for a New California con sede en el Valle Central de California.
Los activistas dijeron que los siete probablemente no sean expulsados del Congreso, pero agregaron que ellos trabajarán para empoderar a más votantes en los distritos que representan, “y derrotarlos en las próximas elecciones dentro de dos años”, dijo Tina McKinnor, de LA Voice Action, un grupo interreligioso de base de Los Ángeles.
“Con su apoyo a la no certificación de los resultados de la elección, estos representantes se unieron a las mentiras para privar a los votantes del derecho a voto”, dijo Chris Rice-Wilson, del Fondo de Movilización de la Alianza de San Diego.
“El récord de votos que vimos en nuestras comunidades no fue el resultado de un fraude sino de esfuerzos de organización”.
Michael Gómez Daly, director ejecutivo de Inland Empire United, con sede en San Bernardino, dijo que se avergüenza de su congresista Ken Calvert pero señaló a otros funcionarios locales que “comparten teorías de conspiración en los medios sociales”.
“Están defendiendo abiertamente la violencia”, añadió.
Irene Kao, directora ejecutiva de Courage California, una red de activismo progresista en línea, dijo que aunque el presidente Trump ha sido impugnado y ha sufrido políticamente, que “castigarlo no será suficiente cuando estos congresistas todavía tienen dos años en el cargo para seguir impulsando la insurrección que él comenzó”.
