Un excelente trabajo investigativo de ProPublica, la organización periodística sin fines de lucro, nos lleva de la mano a los sótanos de la cultura existente entre algunos miembros de la Patrulla Fronteriza (BP). Y la imagen es nauseabunda.
Más de 9,500 agentes en servicio y retirados de la BP que participan en una página secreta de Facebook se burlan allí de la muerte de migrantes, se mofaron de legisladores hispanos que visitaron un centro de detención en Texas y compartieron una imagen alterada y vulgar de la representante Alexandria Ocasio-Cortes en un acto sexual.
Si estos agentes muestran una actitud sexista, xenófoba y discriminatoria contra representantes electos latinos del Congreso de los Estados Unidos, ¿qué tipo de tratamiento pueden esperar las mujeres y niños migrantes indefensos una vez que caen en las manos de la Patrulla Fronteriza?
Gracia a su encomiable trabajo periodística, ProPublica pudo ligar los participantes en esas conversaciones cibernéticas con perfiles aparentemente legítimos de miembros en activos de la Patrulla Fronteriza, incluido un supervisor de El Paso y un agente en Eagle Pass. Sin embargo, no pudo hacer contacto con quienes publicaron los mensajes.
Pero aún si los comentarios publicados por es grupo secreto de agentes y ex-agentes fronterizos no representan el punto de vista de la totalidad de 20,000 agentes de la Patrulla Fronteriza, nos ofrecen un vistazo a una cultura de crueldad y desprecio hacia familias migrantes que llegan a los Estados Unidos en la más precaria situación de vulnerabilidad.
Durante su recorrido, los legisladores y legisladores escucharon los testimonios lacerantes de mujeres migrantes que aseguran haberse visto obligadas a consumir aguas de las tasas de baño. En otro de los testimonios, una niña menor de edad declara no tener suficientes alimentos y ser obligada a dormir en el piso, sin colchonetas o mantas.
Recientemente el Congreso aprobó y el presidente Trump promulgó una iniciativa de ley de gastos de emergencia por 4,600 millones de dólares para la frontera. Los fondos buscan apoyar a las agencias federales que claramente están rebasadas por el éxodo masivo de migrantes, especialmente centroamericanos.
Pero para cambiar la cultura xenófoba, sexista y cruel de un grupo de agentes fronterizos se requiere de algo más que dinero. Se necesita una investigación profunda, rendición de cuentas y medidas disciplinarias ejemplares, incluida la remoción de la PF de quienes hayan violado los estándares de conducta de la Patrulla Fronteriza.
La jefa de la Patrulla Fronteriza Carla Provost tuvo una primera reacción apropiada. Sostuvo que los mensajes de esa página de Facebook son inapropiados y contrarios al honor y la integridad que deben mostrar los agentes. Reconocerlo es un paso en la dirección correcta pero no un sustituto de una investigación profunda, integral y transparente.
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