Eric Tegethoff/Alfonso López-Collada
Public News Service
WHITE SALMON, Wash. – La Administración Trump propuso cortar por completo los fondos a los programas para después de clases y de verano.
El dinero para los Centros Comunitarios de Aprendizaje Siglo 21 se reduce a cero en el presupuesto del presidente para 2019. Trump ha dicho que no hay evidencia de que estos programas ayuden a los estudiantes.
Dorinda Belcher, quien además de ser Embajadora del Programa para Después de Clases en Washington ayuda a llevar un programa auspiciado del Siglo 21 en White Salmon, dice que eso simplemente no es cierto y que su programa es la prueba.
En él, los estudiantes que se retrasan académicamente reciben ayuda práctica después del horario escolar. Belcher dice que las niñas en su escuela incluso han formado un grupo que se enfoca en Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, disciplinas conocidas como STEM.
“Se pusieron el nombre de #STEMinistas, que me pareció fue adorable. Y están realmente muy orgullosas de su programa. Es emocionante porque también he oído a algunas hablar de que quieren ser ingenieras, y no creo que siquiera hayan pensado que no habrían tenido oportunidad de hacer las cosas que hacen en el programa.”
Hay razones para dudar de que el Congreso siga el plan de Trump de eliminar el fondeo al Siglo 21. El año pasado la administración Trump propuso anular el presupuesto del programa, pero en vez de eso el Congreso aumentó los fondos.
Aún así, Belcher dice que los defensores de los programas para verano y después de clases están exponiendo sus preocupaciones a sus Congresistas.
El programa Siglo 21 beneficia principalmente a niños de familias trabajadoras que viven en áreas de pobreza extrema. En el Estado de Washington ayudó a más de 16 mil pequeños dándoles oportunidades de acceso al aprendizaje ampliado después de clases y en el verano.
Belcher, Embajadora del Washington State Afterschool, dice que pasa lo mismo en todo el país.
“Sólo soy una gota en el océano. Hay dos millones de pequeños que van a programas después de clases y los necesitan. Es una comunidad y a veces parece una familia. Estos niños tienen apoyo ampliado: apoyo emocional, apoyo mental.”
Si fuera suspendido, el estado de Washington perdería más de 17.6 millones de dólares en subsidios.
