Tres consejos simples para elaborar cenas deliciosas y balanceadas de lunes a viernes

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Como la programación de lunes a viernes suele ser intensa, la primera víctima de todo ese caos es la cena familiar.

Si bien la mayoría de las familias asegura que cenar juntos es una gran prioridad, la realidad cotidiana es diferente. Según una encuesta realizada en el 2013 por NPR y la Fundación Robert Wood Johnson, solo el 50 por ciento de los niños en los Estados Unidos pertenecen a familias cuyos integrantes cenan juntos. Sin embargo, una investigación citada por American Academy of Pediatrics revela que los niños obtienen muchos beneficios de las comidas habituales en familia, desde un mejor rendimiento académico, a la creación de un sentido más profundo de resiliencia.

Pero las familias con demasiadas actividades pueden encontrar el tiempo para sentarse todos juntos con más frecuencia, afirma Colleen Burns, experta en estilo de vida y vocera del programa Balance Your Plate (Equilibre Su Plato) de Nestlé. Para tener éxito, establezca la intención con buena planificación y estrategias inteligentes. Más aun, esas comidas también pueden ser deliciosas y nutritivas.

“Cuando contamos con soluciones simples a nuestra disposición para poner esas comidas bien balanceadas y sabrosas en la mesa con el poco tiempo que tenemos, eso nos permite el establecimiento y mantenimiento de un importante ritual familiar”, afirma Burns, quien es, además, una madre ocupada con seis chicos. “A la misma vez, no nos abrumamos, un factor clave para mantenernos motivados e inspirados”.

Para ayudarle a comenzar, Burns nos ofrece tres sencillos consejos para elaborar comidas deliciosas y nutritivas en tiempo récord.

Comprar en la sección de productos congelados: Cuando no se dispone de tiempo, los alimentos congelados tienen muchas ofertas que constituyen una buena base para cualquier comida hecha en casa, asegura Burns. Con frecuencia, la calidad es tan buena como la de los productos frescos, y eliminan muchos pasos de preparación, independientemente de que estés buscando platos principales, verduras o platos acompañantes. Además, las frutas y verduras son congeladas rápidamente, un proceso que preserva y fija los nutrientes.

No te sacrifiques: Si sabes lo que vas a buscar cuando vayas de compras al mercado, puedes encontrar platos principales y acompañantes convenientes sin sacrificar sabor ni calidad.

Burns recomienda Stouffer’s Macaroni & Cheese como una solución fácil que le ayuda a elaborar una comida magnífica, pues cuenta con los ingredientes que usaríamos en nuestras propias cocinas, como pasta recién hecha, mantequilla, queso chédar y leche. A Burns le gusta servirlos como acompañante del pollo adobado (ver la receta más adelante) y verduras de temporada asadas, porque es una solución simple que los hace sentir bien con la cena, tanto ella como su familia.

Mantener el balance: Busca una variedad de platos principales y acompañantes que le aporten un balance nutritivo, así como deliciosos sabores al menú de tu cena. Burns recomienda optar por proteínas sin grasa como pescado y pollo, servidos con verduras frescas o congeladas. Para más detalles, mira su video explicativo aquí.

Muslos de pollo asado sazonados con ajo, limón, y aliño de miel y mostaza

10 muslos de pollo

1 limón grande (zumo y ralladura)

1/4 taza de aceite de oliva extra virgen

3 dientes enteros de ajo, picados

1 cucharadita de pimentón

1 cucharadita de orégano

1 pizca de sal y otra de pimienta

Perejil picado para decoración

Aliño de miel y mostaza

3 cucharadas de mantequilla derretida

1/2 taza de miel

1/2 taza de mostaza

1 cucharada de zumo de limón

Elaboración

Mezcla en un tazón grande el zumo y la ralladura de limón, el aceite de oliva, ajo picado, pimentón, orégano, sal y pimienta. Añade los muslos de pollo y revuelve para que estén completamente cubiertos con la mezcla. Cubre el tazón con envoltura plástica y ponlo en el refrigerador al menos durante 30 minutos. Cuando estés lista para cocinar, deja que el pollo vuelva a tener la temperatura ambiente, dejándolo afuera durante unos 20 minutos.

Precalienta el horno a 375 grados.

Coloca el pollo en una bandeja cubierta con papel de aluminio aceitado.

Hornea sin cubrir durante 20 minutos. Voltea los muslos y sigue horneando durante otros 10 minutos hasta que alcancen los165 grados y pierdan la coloración rosada.

Elabora el aliño en un tazón pequeño revolviendo la mostaza y la miel.

Añade agua como estimes necesario a fin de darle consistencia para elaborarlo.

Con una brocha pequeña de pastelería, aplica el aliño al pollo y asa durante 5 minutos hasta que haga espuma.

Coloca los muslos de pollo en una bandeja para servir y espolvoréalos con el perejil.

Fuente: Nestle’s Balance Your Plate

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