Uso espiritual de los cristales

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Mario Jiménez Castillo

El Observador

Los cristales conforman la más hermosa y simétrica representación del mundo mineral. Se han formado a través de miles de años y de cambios geológicos en cuevas y en el subsuelo terrestre. Los cristales poseen una infinidad de aplicaciones para la existencia mística y espiritual del ser humano, por lo que se recomienda al menos tener uno.
Según algunos historiadores la base fundamental de la antigua civilización de la Atlántida fueron los cristales. Lastimosamente en aquel entonces se utilizaron con propósitos degenerativos y destructivos, lo que causó que todo un continente colapsara.
Los cristales son transmisores y receptores de energía. Utilizándolos correctamente podemos convertirlos en nuestra fuente de energía pura. Los cristales son usados en la fabricación de instrumentos tecnológicos, radios, computadoras, telescopios, etc.

En el mundo místico espiritual tienen un valor incalculable porque se pueden transformar en una especie de computadora privada, pues podemos dirigirnos a ellos enfocando nuestras ideas, memorias y conceptos en los destellos luminosos de luz y energía que ellos emanan. A través de esa luz, nuestra energía puede ser recargada o almacenada por medio de la comunicación telepática entre un cristal y la mente humana.
Los cristales son minerales que tienen la potestad de comunicarse. Observémoslos, están llenos de vida por ello mantienen esa firmeza estructural y ese brillo inimitable.

Cuando decida obtener un cristal, vaya a la tienda, obsérvelo, tóquelo, sienta su energía y será el cristal que le corresponda en este plano de vida quien le atraerá como a un imán.
En recientes estudios científicos, se ha comprobado que la energía rutilante de un cristal es capaz de prevenir, aliviar y hasta curar padecimientos físicos, mentales, emocionales y espirituales. Si siente un dolor, una pena o un sentimiento que le perturbe, tome un cristal fuertemente con las dos manos y expóngalo a la luz solar o a la luz de la luna llena, y permita que su energía penetre todo su ser.

Cómo limpiar un Cristal

Si observa que un cristal se muestra sucio, opaco o con falta de destello, debe limpiarlo inmediatamente. Existen varias alternativas para hacerlo: con agua de mar, con agua de río, con agua de lago o haciendo una preparación casera.
Se necesita: agua mineral, agua de coco, una cantidad mínima de sal y una pizca de bicarbonato de sodio. Se mezclan los ingredientes en un recipiente metálico, se voltea el cristal y se deja reposando en la mezcla durante una noche de luna llena. Al día siguiente se expone a los rayos del sol durante tres horas diurnas. . Las mejores fechas para limpiar un cristal son durante los solsticios y equinoccios, 21 de marzo, 22 de junio, 22 de septiembre y 21 de diciembre.

Cómo se carga de energía un Cristal

El primer paso es la limpieza, posteriormente la exposición a la luz del sol y a la luz de la luna llena, también puede cargarse junto a otros cristales. El tamaño del cristal no es importante, lo sustancial es el efecto benéfico que provoque.
Para eliminar las malas energías depositadas en un cristal, primero debe limpiarse con agua mineral, posteriormente mantenerlo en el congelador durante 24 horas y finalmente se expone a la luz del sol durante dos o tres horas.

Para eliminar sentimientos adversos debe enfocarse en un cristal de cuarzo rutilado, tómelo fuertemente con ambas manos y visualice la parte interna del cristal. Al
llegar a ese punto, envíe por medio de mensajes telepáticos, todos los sentimientos, emociones y pensamientos que le perturben y mediante una visualización creativa, deposítelos en el interior del cristal como si se tratase de una caja fuerte. Ahora cierre la caja fuerte con una clave imaginaria de la cual usted se olvidará cuando concluya el ejercicio.
Para atraer salud, amor, dinero y paz al hogar, se aconseja tener en casa un cristal de cuarzo, dos cuarzos rosa, un péndulo de cristal, dos amatistas, una citrina, una pieza de jade, algún objeto de obsidiana, otro de mármol y otro de lapislázuli, una geoda, tres ojos de gato y dos ojos de tigre, una piedra ágata, tres hematitas, dos piedras de luna, dos piedras de sol, dos rodocrositas y una pequeña bola de cristal. Coloque todos los cristales en un sitio adonde se refleje la luz solar. Debe observarlos y acariciarlos con frecuencia y límpielos cada noche de luna llena. Se recomienda que los cristales personales sean manipulados o acariciados únicamente por su dueño.

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