Mario Jiménez Castillo
El Observador
Las pesadillas forman parte del mundo de los sueños de todos los seres humanos. La angustia, el sufrimiento y la desesperación que sufrimos al experimentar una pesadilla suele ser tenebrosa, a tal grado que en muchas ocasiones despertamos exaltados, gritando o sollozando, y un gran sentimiento de zozobra nos embarga en ese momento.
La pregunta que solemos hacernos es ¿porqué ocurre? ¿cuál es la causa fundamental que hace al subconsciente reflejar en nuestros sueños esa descarga de imágenes tenebrosas?
Existen diversos factores que suelen ser responsables de la aparición de la pesadilla
durante el sueño como por ejemplo: los sentimientos de culpa, los remordimientos, el temor a lo desconocido, los problemas sentimentales, la ausencia de la buena salud, los altibajos económicos o la pérdida de un ser querido. Todas estas circunstancias que ocurren durante la vigilia se transforman durante el reposo en imágenes diversas cargadas de un alto contenido de miedo que el subconsciente presenta al soñador como la causa y efecto de su propio pavor.
El comer a altas horas de la noche e irse a dormir casi de inmediato también se asocia a la producción de pesadillas, debido a que el cerebro hace un mayor esfuerzo para conducir la digestión y al mismo tiempo procurar el descanso nocturno.
Para aquellas personas que padecen de trastornos como la bulimia y la anorexia, el problema suele profundizarse ya que el sentimiento de culpa suele causar un incremento de imágenes grotescas durante el sueño. Sin embargo, no siempre que se come en forma desproporcionada en horario inconveniente suele ser causante de pesadillas, tiene que existir un profundo sentimiento de preocupación para que se fusione con la doble actividad del cerebro para que ello suceda.
Quienes usan sustancias prohibidas o somníferos suelen alterar la actividad normal en el sueño profundo. Si se utilizan píldoras para dormir a largo plazo casi siempre se necesitará una dosis mayor para poder conciliar el sueño. Cuando el cerebro reciente la falta de dichas sustancias a la que ha sido sometido, suele presentarse la ausencia del sueño y cuando éste se consigue lo más probable es que se experimenten pesadillas.
Vale la pena mencionar que existen personas que afirman que el uso moderado de la marihuana les ayuda a conciliar un sueño prolongado y sin sobresaltos.
Cuando la pesadilla se torna persistente y comienza a afectar emocionalmente al individuo, es indicio que existe en su interior un pavor profundo que puede ser provocado por el miedo a perder algo o alguien que considere sumamente valioso en su vida. Por otra parte se
necesitará una evaluación psiquiátrica para determinar si las constantes pesadillas forman parte de un trastorno nervioso.
La pesadilla es el fiel reflejo de nuestros problemas, miedos y defectos. Por lo tanto no deben alarmarnos en demasía, por el contrario, debemos prestarles la atención necesaria para que el mensaje que nos revelen, nos ayude en el avance de nuestra propia evolución como seres humanos.
Tipos de Pesadillas
Existen las pesadillas causales, las pesadillas persistentes y las premonitorias.
Las pesadillas causales son parte de la experiencia onírica de todo individuo y aunque no sean provocadas por una causa física, un serio problema o un temor anunciado u oculto, sí pueden ser fiel reflejo de la percepción al observar imágenes grotescas durante la vigilia. Una película de terror puede ser la causa primordial de una pesadilla causal, especialmente en los infantes.
Las pesadillas persistentes, suelen tener su origen en un miedo profundo, en una afección nerviosa o en un síndrome post traumático.
La mayoría de soldados que se enfrentan en una guerra experimentarán pesadillas sobre ésta a lo largo de su vida. Cuando la pérdida de un ser querido ocurre de forma trágica o violenta, la pesadilla podría llegar a convertirse de persistente a crónica.
Las pesadillas premonitorias son la respuesta del inconsciente ante una situación que no se ha develado en la vigilia y por ello el cerebro envía el mensaje al individuo para alertarle ante un suceso dramático que está por ocurrir.
Muchos le temen a la pesadilla y cuando ésta les infunde pavor creen que el augurio habrá de cumplirse. Realmente esto sucede en pocas ocasiones. Cuando una pesadilla le aflija al punto de afectarle física o anímicamente, lo que debe hacer es asistir a una misa o servicio religioso, de ese modo logrará el alivio necesario y anulará místicamente cualquier presagio de infortunio.
La pesadilla premonitoria suele presentarse dos o tres veces en un corto período de tiempo. Si al recordarla le palpita el corazón, entonces actúe, investigue el significado y cerciórese de no confundirla con una pesadilla causal. Rezar plegarias, salmos u oraciones antes de dormir suele ser un remedio efectivo para evitar tener pesadillas.