Según las leyendas populares, varios personajes de la historia compartieron esta experiencia onírica. Entre ellos Napoleón Bonaparte quien hizo caso omiso al augurio de la baraja del carruaje junto al cuatro de espadas y pocos días después sufrió aquella célebre derrota en Waterloo en el año 1815.
Semanas antes que fuera apresada y ejecutada, la emperatriz María Antonieta soñó con tres cartas del tarot: el colgado, la torre y la muerte. También soñar con el tarot ha presagiado grandes triunfos como el del español Narciso Monturiol que soñó con la carta del universo junto al as de oros, lo que se asocia al prestigio e inmortalidad y vaya que lo logró al haber inventado meses después, el primer submarino llamado Ictíneo en 1859.
En la época actual los estudiosos de los sueños concluyen que soñar con las cartas del tarot presagia que ocurrirá un cambio trascendental en la vida del soñador.
Si las cartas que observa son positivas como el as de copas, la rueda de la fortuna, el nueve de copas, seis de oros, seis de bastos, diez de copas, etc. Es presagio que una oportunidad de oro está por cruzarse en su camino, gozará de una época exitosa. Si observa cartas poco agradables como las espadas, la torre o el colgado; auguran que atravesará por una mala racha que puede o no durar por mucho tiempo, dependiendo de la emoción que le hizo sentir el sueño.
Los arcanos mayores hacen referencia a personas que interactúan en su entorno habitual. La carta que representa la muerte le presagia un cambio radical en su mundo actual. La ruleta de la vida marchará por un camino aún desconocido.
Los arcanos menores se relacionan a sucesos imprevistos que deberá enfrentar en breve. Los bastos están asociados a situaciones referentes a documentos, asuntos legales, actividades cotidianas y al trato con las personas a su alrededor. Las copas a sentimientos, amistades, fiestas, pasiones, romances y relaciones amorosas. Las espadas se asocian a obstáculos, problemas cotidianos, penas, sufrimiento, conflictos y falta de liquidez económica.
Y los oros a la prosperidad, las buenas noticias, el triunfo, cumplimiento de deseos y a la buena fortuna en general. Por su parte, el ocho de oros le anuncia que contará con un buen trabajo y que gozará de una economía estable. La carta de la luna representa todo tipo de ilusiones y emociones. La carta del diablo se asocia a tentaciones, malas decisiones, perversidad y relaciones perjudiciales.
Mientras que el sol y el as de oros le auguran triunfo, buena salud, ganancias y éxito total. Lo cierto es que después de haber experimentado este sueño, su vida dará un giro que le significará provecho. Si ha soñado con cartas que le produjeron temor o ansiedad, lo más recomendable será que encienda una vela roja a la luz de la luna llena, queme incienso de bergamota y ore con fe al Creador.
Repita el ritual los tres días de luna llena a la misma hora cada día, de esa manera cualquier mal augurio será desintegrado místicamente. Buena suerte.
