Eres más pura que el sol, más hermosa que las perlas que ocultan los mares.
Sólo a ti entre tantos mortales del pecado de Adán te libró.
Salve, salve, cantaban María, más que tú, sólo Dios sólo Dios.
Y en el cielo una voz repetía, más que tú, sólo Dios sólo Dios.
La fe y veneración que le profesamos a la Virgen María, es la luz de esperanza que ilumina nuestro caminar por el mundo. Su magnificencia se hace presente en nuestras oraciones y llena colma de bendiciones, su infinito y misericordiosos auxilio. Debido a sus diversas apariciones, se le han otorgado los nombres de cientos de advocaciones, veneradas por millones de creyentes. “Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.”
(San Lucas 1:26-33, 38)
Virgen de San Juan de los Lagos
Una advocación mariana muy venerada en México, Estados Unidos y países vecinos. La imagen original fue obsequiada por un sacerdote español, a los habitantes de San Juan de los Lagos (Jalisco) en el siglo XVI. La imagen representaba a la Virgen de la Inmaculada Concepción, a los pocos años y por medio de la profunda fe de los creyentes, se le comenzó a conocer bajo el nombre de Virgen de San Juan de los Lagos. Ha sido innumerable la cantidad de milagros que ha obrado en los fieles esta santa advocación. Según cuenta la leyenda, la presencia de la imagen de la Virgen, contribuyó en gran medida a que miles y miles de nativos se convirtieran al cristianismo, y a las creencias que habían traído los colonizadores. A pesar de la confusión, que la nueva religión creaba entre los nativos del lugar, fueron miles quienes se acogieron a la fe de la Señora del cielo, como inicialmente le llamaban. Con el paso de los siglos la imagen original, comenzó a sufrir deterioro, porque muchas personas le acariciaban con el fin de alcanzar favores y milagros. Por ello se le guardó en un sitio más apropiado para su cuidado, fuera del alcance de los fieles que le visitaban. Cuando la imagen fue trasladada a la sacristía, milagrosamente aparecía todas las mañanas, en el altar que había ocupado siempre. La imagen fue magistralmente restaurada, y se ha mantenido intacta en su sitio durante más de ciento cincuenta años. Son muy solemnes las romerías y procesiones, dedicadas con espiritualidad y devoción a la sagrada Virgen de San Juan de los Lagos. Se le considera la Virgen protectora de todos los inmigrantes.
Oración
!Oh! Santísima Virgen Maria de San Juan, Sagrada Señora mía, al volver hacia ti nuestras miradas, o sólo al pronunciar tu nombre, el alma se llena de esperanza y la paz del Señor nos viene a consolar. Inmaculada Madre, Nuestra Señora de San Juan, tú descendiste desde los cielos donde con tu Divino Hijo, iluminas y enseñas a la humanidad tu amor de Madre Purísima. Con tu mirada socórrenos, alivia nuestros pesares y no nos abandones. Elévanos, Madre Santísima, al amor, la misericordia, y las bondades del Todopoderoso. Amén.
