¿Puede matarte el no hablar inglés?

Para millones de estadounidenses con conocimientos limitados de inglés, encontrar proveedores sanitarios que hablen su propio idioma sigue siendo un reto.
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Peter White
Ethnic Media Services

El Centro de salud familiar Thomas Family Health Center de Nashville atiende a pacientes de todas las edades, tengan o no seguro médico. Esta clínica comunitaria forma parte del Ascension Medical Group, un sistema de salud católico grande que brinda servicios de manera altruista a través de hospitales y clínicas en 16 estados.

Este popular Centro está situado en la zona oeste de Nashville, justo al lado de la iglesia católica de Santa Ana, en Charlotte Avenue. Ambos lugares atienden a una población mayoritariamente inmigrante y llevan allí más de dos décadas.

La clínica está abierta 45 horas a la semana y ofrece cuidados primarios a mujeres inmigrantes y a sus hijos, así como a pacientes con enfermedades crónicas como la diabetes.

Se ofrecen exámenes físicos, citologías (Papanicolau-pap smears), análisis de sangre, recetas a bajo costo, vacunas y vacunas contra la gripe. Las madres hispanohablantes embarazadas o con hijos pequeños charlan amistosamente con el personal de recepción, que es bilingüe. La mayoría de las enfermeras y médicos también lo son.

Servicios de salud culturalmente apropiados

Pero el Centro de salud Santo Tomás pudiera ser la “gran excepción” en el mundo de los servicios de salud. Catorce millones de personas en EE.UU. no hablan inglés, mientras que 25.5 millones dicen hablarlo “no tan bien”. Sin embargo, encontrar proveedores que hablen al menos una de las múltiples lenguas que se hablan en EE.UU. es una tarea difícil que impide que las personas que no hablan inglés o tienen un dominio limitado de este idioma reciban la atención que necesitan.

En lo que respecta a los servicios preventivos, hay más personas con un nivel de inglés bajo o nulo que no se han tomado la tensión arterial ni se han revisado su nivel de colesterol en los últimos dos años, no se han vacunado contra la gripe ni se han hecho un chequeo médico, ni han ido al dentista en el último año.

Exámenes de detección del cáncer

La Dra. Ingrid J. Hall, epidemióloga de la División de Prevención y Control del Cáncer de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, publicó recientemente un estudio sobre adultos hispanos que relaciona el dominio del inglés con el acceso a los servicios sanitarios.

Hall midió las diferencias entre tres grupos de pacientes. El grupo de control, blancos no hispanos, tenía el porcentaje más alto (84%) de asistencia sanitaria regular. El grupo que se sentía cómodo con el inglés (78%) ocupaba el segundo lugar. Sólo el 69% de los hispanos que se sentían poco cómodos hablando inglés tenían un proveedor habitual.

La epidemióloga dirigió la campaña del CDC (Centro de control de enfermedades) para concienciar a más mujeres de la importancia de hacerse mamogramas para detección temprana del cáncer de mama.

Educación sobre salud

“El dinero que recibimos del Congreso va directamente al Estado. Luego animamos a nuestros socios estatales a asociarse con organizaciones comunitarias que llegan a las poblaciones a las que queremos atender”, declaró Hall en una rueda de prensa de Ethnic Media Services el 21 de julio.

Las pruebas de detección periódicas y el diagnóstico temprano pueden reducir las enfermedades y muertes por cáncer de mama o de cuello uterino, especialmente en mujeres mayores de 50 años, que representan más del 75% de estos cánceres.

Para mejorar la educación sobre salud y hacer frente a los obstáculos a la atención sanitaria será necesario un enfoque “múltiple” que incluya educación, considerando las disparidades en los seguros y otros aspectos sociales importantes que influyen en la salud, afirmó Hall.

Cambios demográficos

La Dra. Latha Palaniappan, cofundadora de Stanford CARE, explica por qué los traductores de pacientes no sólo necesitan conocimientos lingüísticos, sino también formación para trabajar en entornos sanitarios.

La Dra. Latha Palaniappan, cofundadora del Centro de Investigación y Educación Asiática de la Universidad de Stanford – CARE – dijo que la demografía de la población estadounidense ha cambiado drásticamente en las últimas décadas.

De 1980 a 2019, el número de personas en EE.UU. que hablan una lengua distinta del inglés en casa casi se triplicó, según la Oficina del Censo de EE.UU.. Sesenta y siete millones de personas en Estados Unidos hablan un idioma distinto del inglés en casa.

El chino, el coreano y el vietnamita son los tres idiomas más hablados en los hogares con personas que hablan poco o nada de inglés. En cuarto lugar están el ruso, el polaco y otras lenguas eslavas agrupadas seguidas del español, dijo Palaniappan, refiriéndose a los datos del Censo de EE.UU.

Hospitalizaciones más prolongadas

Estas personas que no hablan inglés constituyen una proporción muy significativa de la población, dijo Palaniappan. Y los pacientes cuyos proveedores no hablan su idioma afirmaron haber recibido menos educación acerca de la salud, así como atención deficiente y menor satisfacción del paciente.

“La duración de una hospitalización cuando no se recurre a un intérprete en el momento del ingreso o del alta hospitalaria aumenta por tres días. Hay más reingresos a los treinta días, por ejemplo, en casos de insuficiencia cardíaca congestiva. Se registran más infecciones, caídas, infecciones del sitio quirúrgico, lesiones por presión, retrasos en la cirugía y problemas con la gestión de la medicación”, dijo el médico.

“En virtud del artículo 1557 de la ACA (Ley de Asistencia de salud asequible), los proveedores de atención sanitaria están obligados por ley a proporcionar servicios de interpretación cualificados de forma gratuita”, señaló Palaniappan pero también subrayó “Lo cual no significa que así sea”.

Los proveedores se apoyan en intérpretes informales, como amigos o familiares, pero eso suele estar prohibido salvo en casos de emergencia. Nada es mejor que un intérprete en persona, pero la interpretación vía telefónica o por vídeo funciona y puede ser rentable, dijo.

Cambio sistémico

La Dra. Elena V. Ríos, Presidenta y Consejera Delegada de la Asociación Médica Nacional Hispana, habla de la falta de financiación de los servicios de traducción para pacientes con bajo dominio del inglés (LEP).

La Dra. Elena V. Ríos es Presidenta y Consejera Delegada de la National Hispanic Medical Association (NHMA), que representa a 50,000 médicos hispanos en Estados Unidos. La misión de la organización es mejorar la salud de los hispanos.

Sólo 15 estados tienen Medicaid que reembolse los servicios lingüísticos. “Tenemos que cambiar el sistema. Tenemos que reembolsar los servicios lingüísticos a los proveedores, a los hospitales, a las clínicas y a los consultorios médicos”, dijo Ríos.

“Los servicios lingüísticos podrían mejorar si hubiera más médicos o enfermeras, por ejemplo, de países que hablen los idiomas que se necesitan aquí”, añadió.

“Definitivamente hay una necesidad de reembolso a todos los niveles, pero especialmente en las comunidades pobres que no tienen los mejores trabajos o no tienen ingresos más altos. La mayoría de la gente no va al médico porque no puede pagarlo y no tiene seguro. Por eso necesitamos más prevención”, afirma Ríos.

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