Roddy Scheer y Doug Moss
EarthTalk
Sin duda es posible adaptar un coche antiguo con motor de combustión interna a un vehículo eléctrico, pero el proceso puede ser complicado y caro. De hecho, puede resultar más barato -por no decir más fácil y rápido- comprar un VE.
Si no te desanimas y quieres seguir adelante con la conversión, ten en cuenta que algunos tipos de coches se prestan mejor al proceso que otros. Para empezar, los coches más antiguos, que dependen más de la mecánica que de los ordenadores, suelen ser más fáciles de convertir. Otra consideración a tener en cuenta es que es más fácil convertir un coche con transmisión manual, ya que utilizan menos potencia y son mucho menos complicados que los coches automáticos. Asimismo, los vehículos más ligeros son los mejores candidatos para las conversiones, ya que un menor peso se traduce en una mayor autonomía.
El primer paso para transformar un coche antiguo en un vehículo eléctrico es desmontar el motor y la transmisión. Esto requiere conocimientos y herramientas especializados, por lo que es importante encontrar un mecánico de confianza o una empresa de adaptación de vehículos eléctricos que se encargue del trabajo. Una vez retirados el motor y la transmisión, se puede instalar la nueva transmisión del vehículo eléctrico. Normalmente incluye un motor eléctrico, una batería, un cargador y otros componentes necesarios para que el coche funcione con electricidad. La ubicación de estos componentes varía en función de la marca y el modelo del coche, así como del sistema de propulsión específico que se utilice.
Uno de los mayores retos a la hora de reequipar un coche antiguo con una transmisión eléctrica es encontrar el equilibrio adecuado entre prestaciones y autonomía. El paquete de baterías debe ser lo suficientemente grande como para proporcionar una autonomía adecuada, pero también lo suficientemente pequeño como para caber en el coche sin comprometer el rendimiento o la maniobrabilidad. Se trata de un equilibrio delicado que a menudo requiere fabricación y diseño a medida.
Otro reto es integrar el nuevo sistema de propulsión EV en los sistemas existentes del coche. Esto incluye elementos como los frenos, la dirección y la suspensión, así como el salpicadero y otros controles. En algunos casos, puede ser necesario sustituir o modificar estos sistemas para garantizar que funcionen correctamente con la nueva transmisión eléctrica.
A pesar de las molestias y los gastos, la conversión de un coche con motor de combustión interna a uno eléctrico es una buena manera de dar nueva vida a su viejo vehículo y reducir su impacto medioambiental. Además de ser más eficientes y producir menos emisiones que los coches de gasolina, los vehículos eléctricos requieren menos mantenimiento y pueden ahorrar dinero en combustible a largo plazo. También es mucho menos derrochador electrificar un viejo cacharro y darle años y años de uso adicional que comprar un VE nuevo, cuya construcción y envío requiere la extracción y el uso de recursos preciosos y muchas nuevas emisiones de carbono.
Varias empresas, como Electric GT, Legacy EV y EV West, fabrican kits de conversión. Incluso GM y Ford se han sumado a la iniciativa con el reciente lanzamiento de los llamados motores “crate”, que los propietarios de vehículos (o sus mecánicos) pueden instalar fácilmente en los vanos motores de sus modelos correspondientes.
CONTACTOS: Electric GT, electricgt.com; EV West, evwest.com. Legacy EV, legacyev.com.
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