Trump vs DeSantis: un torneo de radicales

José López Zamorano | La Red Hispana 
Photo Credit: Gage Skidmore / Flickr (CC BY-SA 2.0)

Con la entrada del gobernador de Florida Ron DeSantis a la disputa por la nominación republicana contra Donald Trump, la carrera de los conservadores se convertirá en un torneo de aspirantes antinmigrantes y xenófobos.

El 10 de mayo, Día de las Madres para los mexicanos, salvadoreños, guatemaltecos y hondureños, DeSantis promulgó una de las legislaciones más draconianas contra los migrantes, el proyecto de Ley de Senado de Florida 1718, que entra en vigor el primero de julio.

En palabras de Ron DeSantis, la iniciativa busca “combatir los efectos peligrosos de la inmigración ilegal causada por las políticas fronterizas imprudentes del gobierno federal”:

  • La legislación hace que el uso de E-Verify sea obligatorio para cualquier empleador con 25 o más empleados
  • Impone sanciones exigibles para aquellos que emplean a extranjeros ilegales y mejora las sanciones por contrabando de personas.
  • Prohíbe que los gobiernos locales emitan tarjetas de identificación (ID) a extranjeros indocumentados
  • Invalida las tarjetas de identificación emitidas a extranjeros ilegales en otros estados y
  • Exige que los hospitales recopilen y presenten datos sobre los costos de brindar atención médica a extranjeros ilegales.

La Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC), La organización de derechos civiles latinos más antigua y más grande del país analiza demanda federal contra Ron DeSantis y advierte a los latinos que viajan en Florida con familiares que tengan cuidado si se encuentran con la policía.

“No dudamos que si la Abuelita o la Tía están con nosotros y estamos perfilados, las regulaciones de aplicación de DeSantis nos tratarán como criminales, transportando a una ‘persona peligrosa’ que solo quería visitar a la familia o disfrutar de Disneyworld”, alerta el presidente de LULAC, Domingo García.

Pero eso no es todo. DeSantis ha destinado una guerra cultural donde no caben ni las minorías ni nadie que no comulgue con su ideología conservadora.

Ron DeSantis promulgó ya una iniciativa de ley que prohíbe el aborto después de la sexta semana de embarazo; criminalizó el cuidado médico a menores transgénero; estableció la ley “Don’t Say Gay” en las escuelas; facilitó la ejecución de condenados a muerte, autorizó portar armas encubiertas en público sin necesidad de licencia y, como sabemos, desencadenó una guerra contra la empresa Disney con consecuencias adversas para la creación de empleos en la industria del entretenimiento.

Con esa agenda política, Ron DeSantis quiere ser presidente de todos los estadounidenses.

Pero no todo son malas noticias. Como publica Henry J. Gómez en un interesante reportaje para NBC News: No todos los estados del país quieren ser como Florida. Varios gobernadores republicanos le han dejado en claro que Ron DeSantis que no comulgan con sus ideas y que Florida no es su modelo de país. Y eso, en este ambiente tóxico, es un rayo de esperanza.

En última instancia serán los militantes republicanos los que decidan quién los representará en las elecciones presidenciales del 2024. Y tocará a los votantes latinos decidir cuál de los dos partidos representa mejor sus principios y aspiraciones. La respuesta es obvia.

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