Mientras los niños de todo el país se preparan para regresar a las aulas este otoño, un elemento importante que no debe olvidarse de la lista de tareas pendientes es asegurarse de que tengan cobertura médica. Los estudios han demostrado que el rendimiento académico y el seguro médico van de la mano. Los niños que tienen cobertura de salud faltan menos a clases y se desempeñan mejor en la escuela que aquellos que no tienen seguro. Pero la cobertura de salud no solo beneficia a los estudiantes. Menos días de escuela perdidos también significan menos días de trabajo perdidos para los padres. Con la cobertura de salud, los niños pueden obtener la atención de rutina y de emergencia, vacunas, chequeos médicos, exámenes de la vista, consultas dentales y los servicios de salud mental que pueden necesitar para participar plenamente en la escuela y seguir enfocados en clase. La cobertura de salud también brinda acceso a atención importante si los niños se enferman o lesionan.
A nivel nacional, millones de niños y adolescentes en edad escolar califican y están inscritos en cobertura de salud gratuita o de bajo costo a través de Medicaid y el Programa de Seguro Médico para Niños (CHIP). Estos programas de salud pueden proporcionar acceso vital a la atención, lo que incluye consultas de bienestar y vacunas, a fin de mantener a los estudiantes centrados en el aprendizaje y dar a los padres la tranquilidad que conlleva saber que sus hijos están cubiertos dentro y fuera del aula. El inicio del año escolar es una buena oportunidad para ponerse al día con las citas importantes de bienestar, y garantizar que los niños estén protegidos contra enfermedades prevenibles por vacunación (como el sarampión y las paperas). Y no lo olvide: si un niño tiene 6 meses o más y no ha recibido su vacuna o refuerzo contra el COVID-19; o si tiene 5 años o más, los padres deben hablar con el médico para determinar cómo pueden hacerlo lo antes posible.
Para los millones de familias con niños que actualmente tienen Medicaid o CHIP, este también es un buen momento para asegurarse de que su dirección esté actualizada con su programa estatal. Muchas personas se mudan con el tiempo y se olvidan de actualizar su dirección. Estas familias podrían perder accidentalmente su solicitud de renovación que les llega por correo. Y, ellos también podrían perder su cobertura de salud.
Medicaid y CHIP proporcionan cobertura gratuita o de bajo costo para niños y adolescentes elegibles hasta los 19 años. La elegibilidad depende del tamaño del grupo familiar y de los ingresos, y varía según el estado. Los estados tienen diferentes reglas de elegibilidad referentes a ingresos, pero, en la mayoría de los estados, los niños con ingresos familiares de hasta $50,000 por año (para una familia de cuatro) pueden cumplir con los requisitos para Medicaid o CHIP. En muchos estados, los ingresos familiares pueden ser aún más altos y los niños aún pueden cumplir con los requisitos. Los jóvenes de hasta 21 años pueden ser elegibles para Medicaid. Tener Medicaid o CHIP no afectará la posibilidad de que alguien se convierta en residente permanente legal o ciudadano estadounidense. No se considera una determinación de “carga pública”, excepto en el caso de personas en centros o instituciones de cuidado a largo plazo.
Puede presentar su solicitud en línea, por teléfono, por correo o en persona con la agencia de Medicaid o CHIP de su estado o visitar la sección “Obtener cobertura para su familia” en InsureKidsNow.gov. Para obtener más información, llame al 1-877-KIDS-NOW (1-877-543-7669). La inscripción en Medicaid y CHIP está abierta todo el año y una vez que su hijo esté inscrito, debe renovarse anualmente. Asegúrese de que su estado tenga su dirección postal, número de teléfono, correo electrónico u otra información de contacto actual, especialmente si se ha mudado durante el último año. Así, podrán comunicarse con usted sobre su cobertura de Medicaid o CHIP. Su estado le enviará una carta sobre su cobertura, incluida la información de renovación.