La leyenda del Santo Niño inició en la Península Ibérica en el año 711, cuando los católicos de España eran invadidos por los moros. Desde ese entonces se propagó la noticia de un sinnúmero de milagros que ocurrieron en la población de Atocha, una Villa cercana a Madrid. Esta devoción cuenta con millones de devotos especialmente en el continente americano. Su fecha de celebración es el día 25 de diciembre.
El Santo Niño de Atocha, es una de las tres advocaciones más veneradas del Niño Jesús, en la gran mayoría de naciones de habla hispana. En Colombia se le venera como “El Divino Niño” y en la mayoría de países europeos católicos se venera como “Niño Jesús de Praga”.
El Santo Niño representa toda la ternura, bondad e inocencia del infante hijo de Dios, es
considerado como el Niño lleno de milagros. Iglesias dedicadas en su honor, se pueden encontrar en diversidad de naciones, como México, Guatemala, Estados Unidos y Costa Rica, por mencionar algunos países. Miles de fieles han dado fe y testimonio de los milagros obrados por El Santo Niño de Atocha.
Es innumerable el caudal de milagros concedidos por el Santo Niño, los fieles suelen hacer romerías y peregrinaciones en su honor. Sus rezos son muy apreciados y es el Santo Patrón de muchas ciudades y pueblos. Se le considera siempre un portador de buenas noticias, sanador de males y pacificador. ¡Bendito sea hoy y siempre!
Peticiones: Se le pide especialmente en momentos de necesidad económica, para que se abran puertas en lo relativo al trabajo, para problemas y condiciones de salud de la familia; para que se viva en paz y para que todo marche bien en el hogar, y en el seno familiar. Para salir airoso de contiendas legales, para sanar de males extraños o de enfermedades prolongadas. Se le ofrendan velas y veladoras de color blanco y flores blancas. El día 25 de cada mes es un día consagrado al milagroso Niño de Atocha.
“Que la ternura y bondad del Santo Niño, llene nuestros corazones de fe, de esperanza y de optimismo. Que su celebración traiga consigo paz, armonía, y sobre todo el anuncio de tiempos mejores” ¡Feliz Navidad!
Oración al Santo Niño de Atocha
Santo Niño de Atocha
Piadosísimo Niño de Atocha,
protector de todos los hombres.
En memoria de aquella jornada
que hiciste encarnado en el vientre
de tu santa madre,
desde aquella ciudad santa de Jerusalén,
hasta llegar a Belén,
y por todos los recuerdos que hago en este día,
te pido me concedas lo que te suplico.
Por lo cual interpongo estos méritos
y los acompaño con los coros de
querubines y serafines,
que están adornados de perfectísima sabiduría;
por los cuales espero preciosísimo Niño,
un feliz despacho en lo que te ruego.
Y estoy cierto que no saldré desconsolado de ti.
Ilumina para siempre mi camino,
con la santa y bienaventurada luz
de tu divina presencia.
Amén.
