SEATTLE — Una ola de calor mortal en el noroeste deja al descubierto la relación entre el cambio climático y los derechos laborales.
Summer Stinson, directora ejecutiva del instituto sin fines de lucro Economic Opportunity Institute basado en Seattle, dijo que se le recomendó a la gente quedarse adentro y fuera del calor cuando subieron las temperaturas, pero esa no fue opción para todos.
“Mucho de lo que recomendó la ciudad o el estado de quedarse adentro no contemplaba a la gente sin hogar o a la gente que tenía que trabajar en el exterior durante el calor”, aseveró Stinson.
Seattle, que llegó a una cifra record en junio, sí abrió centros de refrigeración en toda la ciudad. Pero en el noroeste pacífico, el calor ha causado cientos de muertes.
Stinson notó que incluso para la gente que trabaja adentro, como los empleados de restaurantes, hay una trampa cuando cierran el lugar de trabajo debido al calor: si no trabajan, tampoco se les paga.
Señaló que muchos de los trabajadores que han estado en el frente de batalla en la lucha contra la pandemia también están en el frente de batalla contra el cambio climático. Stinson afirmó que ambos problemas exponen un abismo cada vez más profundo en la sociedad.
“Cada vez hay una brecha más grande entre los que tienen y los que no tienen”, observó Stinson. “Y debemos recordar que somos un colectivo, que compartimos esta tierra, y que todos estamos juntos en esto”.
Stinson añadió que las soluciones para el cambio climático también ayudarán a los trabajadores.
“La protección de los trabajadores es totalmente necesaria, pero sin un cambio sistémico para realmente enfrentar nuestra crisis climática e intentar revertir algunos de los daños a nuestro planeta, todo lo que estamos haciendo es básicamente poner una curita en un agujero enorme que le hemos causado a nuestro planeta”, concluyó Stinson.
