Mario Jiménez Castillo
El Observador
Según antiguas leyendas escandinavas asociadas a la Wicca, cada vez que ocurre el equinoccio de primavera, todos los seres míticos que habitan en la tierra abandonan sus moradas y visitan nuestra dimensión con el firme propósito de procurarles el bien a sus hermanos menores existentes en el plano material.
Hadas, duendes, devas, nomos, elfos, sílfides y duendecillos, especies del reino angelical, comienzan a obrar maravillas desde el día en que se conmemora el festival de Ostara (alrededor del día veintiuno de marzo) hasta el día 21 de junio, fecha en la que se celebra Plenoverano, el festival solar que marca el solsticio del verano.
Entre millares y legiones de hadas, existe una en especial que es considerada como la reina de todas ellas, su nombre es “Titania” considerada una de las musas de William Shakespeare. Titania cuenta con una extensa cantidad de mitos, siempre se le representó como la guardiana de príncipes medievales y en esencia y virtud, una de las colaboradoras más cercanas de Eros, el dios del amor.
En algunas naciones se acostumbra ofrendar en los jardines de las casas, un ramo de flores silvestres recogidas en el campo, esto se hace con el fin de darle la bienvenida a Titania y pedir de ella un favor. Titania brinda su auxilio en casos de melancolía, enfermedad, sueños inalcanzables y desunión familiar; aún así, sus designios principales son aquellos relacionados al encuentro del amor verdadero.
Muchos hombres de ciencia han acudido a Titania, para pedir de ella un favor, entre ellos se cuenta la anécdota del alemán William Herschel, uno de los astrónomos más renombrados e influyentes del siglo XVIII. Herschel hizo grandes descubrimientos astronómicos y como todo científico quería hacer su aporte a la ciencia que tanto le apasionaba.
Después de varios años de una exhaustiva investigación, el astrónomo descubrió en 1787 la luna más grande del planeta Urano, a la que bautizó con el nombre de Titania. En eventos y conferencias que sucedieron después de éste y otros grandes descubrimientos hechos por él, siempre mencionó a Titania como guía espiritual y como la procuradora de su sueño más anhelado.
