José López Zamorano
La Red Hispana
Alrededor de un cuarto de millón de latinos y latinas viven con el VIH en los Estados Unidos.
Aunque los diagnósticos han disminuido en un 16% entre latinas, en el periodo del 2010 al 2014, los casos se han incrementado en un 13% entre los latinos homosexuales durante el mismo periodo. No hay duda de que el VIH continúa siendo una seria amenaza a la salud pública.
Y el que el VIH no sólo nos afecta desproporcionalmente, sino que 8 de cada 10 latinos y latinas que viven con el VIH padecen el estigma de sentimientos negativos por su situación. Se sienten avergonzados, culpables o carentes de autoestima, lo que se convierte en una barrera adicional para hacerse la prueba o buscar tratamiento.
Roberto, un inmigrante centroamericano, llegó hace 38 años a los Estados Unidos, padeció durante años el estigma de saberse seropositivo e indocumentado. Durante mucho tiempo vivió bajo la sombra de la depresión, hasta que encontró una mano amiga en una clínica comunitaria de Washington.
“Al varón no le gusta dar el brazo a torcer porque creen que las enfermedades van a afectar su estatus, hay quienes no conocen bien el idioma, o la ayuda que pueden recibir. Es bien importante que hablen, que comuniquen lo que sienten”, nos comenta.
Con ayuda médica profesional y un tratamiento eficaz, Roberto muestra niveles indetectables del virus, después de casi 4 décadas. Aunque ahora cuenta con seguro médico, no abandona su clínica comunitaria. “Es como mi segunda casa, aquí recibí calor, cariño… y mucho”.
Para ayudar a latinos como Roberto a hacer a un lado el estigma de VIH, los Centros para el Control de Enfermedades (CDC), pioneros en la investigación científica sobre el VIH/SIDA, lanzaron por ello el Día Nacional de Concientización sobre SIDA entre Latinos el 15 de octubre, bajo el lema “Detengamos juntos el VIH”.
La campaña pone al alcance de la comunidad hispanoparlante la información y herramientas necesarias para la luchar contra la enfermedad e invita al público –familiares, amigos, vecinos, compañeros de trabajo– a hacer equipo para derrotar juntos al VIH. Alrededor de dos de cada 10 latinos no saben que portan el VIH, así que el primer paso es hacerse la prueba.
“Los tratamientos continúan mejorando. Las personas diagnosticadas hoy pueden esperar vivir casi tanto como sus amigos y seres queridos que son VIH negativo. Y si toman su medicamento según las indicaciones y logran la supresión viral, no pueden transmitir el VIH a otros”, asegura Julio Fonseca, del AIDS United’s Positive Organizing Project
Julio fue diagnosticado en 2009 y al igual que en el caso de Roberto, los tratamientos redujeron al virus a un nivel indetectable. “Mi deseo es que haya una conversación real sobre el VIH y el tratamiento, de modo que historias como la mía continúen convirtiéndose en lejanos recuerdos de una enfermedad en una época pasada”.
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