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A veces se va de compras por placer y otras veces tiene que ir por necesidad. La segunda situación nunca es tan divertida como la primera, pero si adopta un enfoque práctico en las compras necesarias para el hogar podrá ahorrar dinero y así disfrutar más de esas compras por placer que tanto le gustan.
Practique estos consejos ahorrativos de los expertos de la marca Scott en sus compras para el hogar:
Mantenga una lista de faltantes. Si sabe qué comida y provisiones tiene en la casa antes de dirigirse a las tiendas evitará gastar de más. Utilice una aplicación en su teléfono celular que le ayude a mantener una lista actualizada de lo que le hace falta en casa, busque una que permita compartir información, para que otros miembros de su hogar le puedan avisar cuando terminen algo que haya que reemplazar.
Aproveche los recursos disponibles para ahorrar dinero. Antes de salir de compras revise los anuncios de las tiendas para saber dónde se encuentran las mejores ofertas. Para ahorrar aun más, planifique las comidas de la semana con base en los productos rebajados, asegúrese de recortar los cupones del periódico local e imprimir los cupones de la red. También compare precios en línea en los sitios especializados en esto y/o en los sitios de venta, especialmente aquellos que ofrecen servicios de suscripción para entrega periódica y de grandes descuentos.
Busque la mejor relación calidad-precio. En lugar de sólo comprar el producto más barato, investigue qué producto ofrece le da más valor por su dinero. Determine qué productos satisfacen las necesidades de su familia en términos de rendimiento, valor duradero y calidad, al precio más bajo para lograr ahorros a largo plazo.
Sepa cuándo es mejor comprar al por mayor. Aunque las compras al por mayor cuestan más en el momento, a largo plazo pueden resultar más ventajosas para el bolsillo. Al comprar grandes cantidades se abastecerá de productos que durarán más tiempo, por lo que no tendrá que regresar tan seguido a la tienda. Una forma de minimizar el “dolor” del gasto inicial es escalonar las compras grandes y así reponer los artículos en tandas, en vez de todos a la vez.
Evite los impulsos. Es fácil llenar el carrito, poco a poco sin darse cuenta, con cada “oferta” al final de los pasillos cuando todos en la familia añaden una cosita más. Desafortunadamente, estas compras impulsivas pueden sumar bastante rápidamente. Como alternativa, invite a todos en la familia a participar en la elaboración de una lista razonable y a asegurarse de que nadie se desvíe de la misma. Si llegan al cajero sin haber añadido otros productos, recompénsenselos con un pequeño refrigerio o golosinas disponibles en el área de la caja registradora.