Mario Jiménez Castillo
El Observador
Iniciaremos el 2018 con mucha nostalgia por los desastres ocurridos durante el 2017, sin embargo; el año entrante no será precisamente un remanso de paz. Saturno, el planeta del karma navegará durante dos años y medio en Capricornio, un signo de tierra, lo que significa que más terremotos podrían ocurrir en varias partes del mundo, Y por si fuera poco, existe una profecía de un asteroide gigantezco o un cometa que podría acercarse peligrosamente a nuestro planeta, lo cual provocaría desbordamiento de los ríos y olas gigantezcas en los océanos.
Habrá un aviso de temblores en varios países, como por ejemplo en Estados Unidos, especialmente en California; México, Guatemala, Nicaragua, Ecuador, Perú, Chile, China, Japón y Turquía. Varios volcanes también podrían entrar en erupción. Los cuatro elementos se mostrarán fuera de control, en el aire pueden ocurrir accidentes aéreos durante los primeros meses del año. En tierra, temblores muy potentes, en el agua, inundaciones provocadas por lluvias intensas que pueden ocurrir en Brasil, Indonesia y Filipinas, y más huracanes que ocurrirán en el Caribe, Centroamérica y el golfo de México, y posiblemente Nueva Orleans, podría sufir una nueva gran tempestad. Y finalmente el fuego también cobrará víctimas mortales pues más incendios forestales pueden ocurrir, pero mucha atención, estos incendios en su mayoría serán provocados por mentes perversas.
Quizá lo más alarmante sean los vientos que vienen anunciando una tercera guerra mundial. Muchos creen que Corea del Norte es un rival fácil de vencer, pero esta nación es simplemente una carnada, nación que podría dar inicio a una guerra contra los Estados Unidos, detrás del dictador de Corea del Norte se esconden oscuros intereses de otras naciones como China y Rusia, quiénes han pactado desde hace años para destronar a Estados Unidos como la primera potencia mundial. Ojalá surja un verdadero líder que unifique a esta nación y no la divida o fragmente como está sucediendo en el presente.
Ante una guerra mundial, una nación dividida, pierde la guerra.
He recibido mensajes a través de sueños, en ellos observo que este país podría ser bombardeado en sus costas, tanto en la costa este como en la costa oeste. Lamentablemente Estados Unidos, tiene muchos enemigos, y tiene supuestos amigos que solamente esperan el momento oportuno para darle la espalda. Y lo más triste de todo es que a nosotros, los inmigrantes hispanos, nos ven como un peligro y no se dan cuenta de quién o cuáles naciones son el verdadero peligro. Definitivamente estamos en una época llena de caos y confusión. Por otro lado el comunismo está ganando terreno en toda América Latina, y es allí donde los enemigos de Estados Unidos pueden llegar a invadir, tener el mando y acorralarlo de manera definitiva. Debemos estar preparados.
Quizá una ciudad que enfrente problemas sea Los Ángeles, pues ya es de todos conocida la advertencia de que puede ocurrir un terremoto de enormes proporciones en esa zona, lo mismo podría ocurrir en San Francisco. En la costa este, Nueva York, podría enfrentar nuevos ataques terroristas, especialmente en sus puentes. En el otro lado del mundo, en Europa, sigue creciendo la población de origen musulman y esto tarde o temprano creará un tremendo caos, pues no es un secreto que los más fanáticos de esta religión, quieren imponer el Islam como única religión en todo el mundo. Parece ser que de unos pocos años a la fecha el mundo ha retrocedido muchos años. Lamentablemente pueden ocurrir atentados en contra de figuras políticas de Estados Unidos y sus aliados. El Presidente Trump podría sufrir un atentado. Ojalá el gobierno de este país reaccione y observe bien quiénes son sus verdaderas amenazas, el tiempo se está acabando.
Vivimos tiempos difíciles, muchas situaciones pueden cambiar, quizá en unos pocos años, puede haber un nuevo orden mundial, o quizá la vida llegue a ser muy distinta a lo que estamos acostumbrados. No debemos ser apáticos ante estos hechos, tratemos de ser mejores seres humanos y oremos con fe al Creador, para que sea Él, quien maneje el destino del mundo y no permita que la Tierra sea destruida por la estupidez humana. No estamos tratando bien a nuestro planeta, lo hemos intoxicado de basura, guerra, humo y especialmente de malos sentimientos. Oremos a Dios para que nos proteja y que se haga su voluntad.
