Mario Jiménez Castillo
El Observador
Durante más de setecientos años el día Viernes 13, se ha considerado como un día de augurios perniciosos, misteriosos y hasta funestos. Desde los primeros albores de la era cristiana, los obispos de Roma temerosos que algún día claudicaran sus juicios y dictámenes, tomaron la decisión de aniquilar a todo aquel que tuviera ideas contrarias a lo establecido por los valores religiosos que ellos profesaban.
Siglos más tarde, hombres de ciencia, grandes letrados y filósofos, formaron <<La Orden de los Templarios>>, organización que aún no revela del todo grandes secretos sobre la parte humana del Mesías.
En la época medieval el Vaticano, se vio en aprietos porque los caballeros del temple habían propagado su poder y creencias por toda Europa. En el siglo XIV, varias monarquías del viejo continente habían caído presas del infortunio, la austeridad comenzó a ahondar en sus arcas, entonces los templarios comenzaron a facilitarle préstamos a los reyes, al clero y a los nobles, obteniendo dividendos y de paso inventando el mundo de los banqueros y economistas.
Al observar Clemente V (Papa de 1305 a 1314) como avanzaban las obras de los templarios, como esparcían sus dominios y como ganaban aliados, entonces, con la ayuda del Rey Felipe IV de Francia, decidieron formular una maquiavélica idea para exterminarlos a todos y para ello fraguaron un plan que les serviría de cuartada a la hora de llevar a cabo tan despiadada faena.
El 11 de septiembre de 1307, Clemente V, comenzó a enviar misivas a toda Europa, en ella se llamaba a todos los guardianes de la iglesia a que estuvieran preparados para realizar una gran obra en nombre de Dios, al mismo tiempo se les pedía que abrieran los sobres el día viernes 13 de octubre.
Al amanecer de ese día las cartas fueron abiertas y en ellas Clemente V, proclamaba que “había tenido un sueño revelador”, una visión en la cual el mismísimo Creador, le pedía que extirpara a los templarios de la tierra porque eran hechiceros malignos, ensalmistas y sodomitas de juicio apóstata, que denigraban su creación, por ello debían ser quemados en la hoguera. Aquel día se inició la cacería de brujas y miles de personas fueron calcinadas, mutiladas y salvajemente asesinadas. Lo más triste del caso es que aquella abominable matanza fue ejecutada por motivaciones económicas y políticas del Papa y sus socios económicos de quel entonces. Cuanta sangre, cuanta miseria y cuanto sufrimiento ha sido provocado en nombre de la religión, es algo horrible y verdaderamente reprochable.
Por aquella gran masacre ocurrida el día viernes 13 de octubre de 1307, siempre ha sido considerado el día viernes 13 como un día de augurios y presagios espiritistas. Fue así como comenzó esta leyenda que ha permanecido latente a través de los siglos.
